Leo Messi iluminó al Barcelona, aposentado como líder provisional de LaLiga Santander gracias al pleno de triunfos completado en la tercera sesión de la competición, que reafirmó el atasco del vigente campeón, el Real Madrid, distanciado ya en cuatro puntos de la cima.
El reencuentro liguero después del parón por los compromisos de las selecciones plasmó el adecuado progreso del Atlético Madrid y Valencia, empatados en Mestalla, y también del nuevo proyecto del Sevilla, que sumó otros tres puntos con la visita del Eibar para situarse segundo en la clasificación.
Ernesto Valverde dejó entre los suplentes a Osmane Dembelé, la nueva esperanza azulgrana. El fichaje más caro de la historia del Barcelona jugó la media hora final. Saltó al campo con el marcador resuelto y en medio de una atronadora ovación de un público que le contempla como un nuevo Neymar. No hay prisa con el joven francés. Sobre todo mientras Messi esté en el campo. El argentino, por sí solo, parchea las posibles carencias de un equipo aún en construcción, mantiene el espíritu ganador y golea. Suficiente para sacar adelante los primeros compromisos e iluminar las expectativas del proyecto en manos de Ernesto Valverde.
Messi, responsabilizado en Argentina por el gris transitar de su selección, facilitó la victoria ante el Espanyol en el derbi barcelonés. Firmó un ‘hat trick’, engrosó sus números -totaliza ya cinco en tres jornadas- y sosegó a una afición decepcionada cobijada en el quehacer de su estrella. Gerard Piqué y Luis Suárez, en el tramo final, redondearon la goleada (5-0).
Nueve puntos en tres partidos suponen, al menos, un inicio alentador. Más aún si en estas fechas, la ventaja respecto al Real Madrid es ya de cuatro puntos.
El Real Madrid pierde terreno. Patinó por segunda vez seguida en su estadio, donde no ha ganado desde que arrancó el curso. No pasó del empate ante el Levante, un recién ascendido que dejó al descubierto la versión más gris del campeón, incapaz de generar las ocasiones de peligro que se le presumen y carente de pegada. Sin Cristiano Ronaldo, que cumplió un nuevo partido de sanción, dio la sensación de no tener argumentos cuando el compromiso se atasca.
Las rotaciones no surtieron el efecto previsto por Zinedine Zidane, que dio entrada a Theo Hernández, a Marcos Llorente y a Kiko Casilla y dejó en el banco a Casemiro, Isco y Gareth Bale.
El gol de Ivi en los primeros minutos dejó en evidencia al Real Madrid, que no encontró soluciones a pesar de que alcanzó el intermedio con el marcador igualado gracias al tanto de Lucas Vázquez. Después, se estrelló una y otra vez contra la ordenada resistencia visitante. No hubo épica ni milagro en esta ocasión. Y el conjunto blanco se marchó de la jornada con otros dos puntos perdidos por el camino y cuatro ya de distancia respecto al Barcelona.
Al mismo compás que el Real Madrid transitan el Atlético Madrid y el Valencia, que empataron sin goles en Mestalla. La igualdad evidenciada sobre el césped entre ambos equipos provocó un justo empate en un partido intenso y emocionante pero con pocas ocasiones de gol, en el que el conjunto valenciano llevó algo más la iniciativa frente a un rival que buscó su objetivo a la contra.
El Valencia demostró que la distancia con el Atlético en cuanto a juego se ha reducido desde la pasada campaña a base del orden y el criterio que ha impuesto su técnico Marcelino y la calidad de sus futbolistas.
El equipo valenciano anima su rodaje con puntos. No conoce la derrota aún y eso alienta el proyecto, serio, que pretende su entrenador mientras los refuerzos se adaptan a su nuevo hábitat. El cuadro rojiblanco, por su parte, salda también con cinco puntos e invicto el atípico arranque liguero. Tres salidas y en todas ha logrado puntuar a la espera de echar a andar en el Wanda Metropolitano, el nuevo escenario del Atlético que elevará su telón ya en la próxima jornada.
Por delante de ambos está situado el Sevilla. El equipo de Eduardo Berizzo, que en sus dos comparecencias oficiales de este curso en el Sánchez Pizjuán no había pasado del empate, ante el Espanyol y el Basaksehir turco, logró la primera victoria como local, pero con un juego a ráfagas que le valió para golear (3-0) a un Eibar sin muchos recursos ofensivos.
El marcador y la cantidad de goles sirve a los hispalenses para asentarse en la parte alta de la clasificación. Solo superado por el Barcelona, que mantiene su impecable arranque, y a expensas de la Real Sociedad, que el domingo visita al Deportivo y que es el otro único equipo que puede cerrar la sesión con nueve puntos.
El cuadro andaluz desatascó el partido y arruinó el plan del Eibar en la segunda parte. En el primer minuto, el brasileño Paulo Herique Ganso acertó a batir al meta serbio Marko Dmitrovic. Después fue Ben Yedder el que tuvo premio a su trabajo y logró el 2-0. En el tiempo añadido, Nolito se estrenó como goleador del Sevilla en partido oficial.