Willy Adames ha sido el latido del corazón de los Cerveceros de Milwaukee desde el momento en que llegó al clubhouse en mayo pasado.
Fue completamente evidente que su desempeño inmediatamente después de unirse al equipo provocó un cambio que resultó en que se escaparan con el título de la división.
Es el primero en saludar a un compañero de equipo después de conectar un jonrón, el líder emocional del banquillo y una piedra angular tanto de la ofensiva como de la defensiva.
Nunca se ha discutido su papel como el latido del corazón del equipo.
Pero tampoco ha sido nunca más evidente que ahora.
Fue el jonrón solitario de Adames, su 31 del año, lo que le dio vida a la ofensiva de los Cerveceros en la sexta entrada el miércoles por la tarde contra los Mets de Nueva York y el lanzador abridor Taijuan Walker. Milwaukee anotó cinco carreras en la entrada siguiente, destacada por el grand slam de Mike Brosseau como emergente, dos outs y dos strikes para obtener una victoria por 6-0 que tanto necesitaban para evitar una barrida y mantener a flote sus esperanzas de postemporada.
«Todos los días», dijo Brosseau sobre la chispa que Adames aporta al equipo.
«Willy puede levantarse de la cama y jugar nueve entradas. Su energía es una gran razón por la que es una parte tan importante de este equipo. Todos se alimentan de él y definitivamente se presenta a trabajar todos los días. Eso es lo más importante que veo».
Adames ha sido la boya de los Cerveceros durante semanas.
Fuente-elNacional.
