Aguacate hass ¿Una alternativa para la economía fronteriza?

876
0
Compartir

Entre los consumidores de aguacate, el mundo se divide en dos: quienes lo consumen de cáscara verde, como los dominicanos, y los que compran Hass (pequeño y negro).

La división no es simétrica. El 95% de la demanda mundial es de aguacate Hass. Pero, el 85% del aguacate que produce la República Dominicana es cáscara verde. El 15% restante es Hass y está destinado a la exportación. En el país no se vende aguacate Hass fuera de las áreas de producción.

En Europa y en Estados Unidos consideran al aguacate Hass como un alimento gourmet de alta calidad por su gran contenido de aceites saludables. Tiene un nivel de aceite de casi 35%, mientras que el de cáscara verde no alcanza el 7%.

El aguacate Hass se usa principalmente en el guacamole y su consumo más alto se produce durante las celebraciones del famoso Super Bowl del fútbol norteamericano. Se estima que los estadounidenses consumen casi 35,000 toneladas métricas de aguacate Hass el domingo que se celebra este evento: ¡Casi el doble de la cantidad de aguacate que la República Dominicana exporta al año!

Los productores de aguacate de México tienen un presupuesto de US$70 millones por año para promocionar su producto en Estados Unidos, y ha sido dinero bien invertido. En 2015, los norteamericanos consumieron 7 libras per cápita de aguacate Hass, el doble que en 2008.  El 80% de estos aguacates se importaron de Michoacán, México, que a su vez ha duplicado sus exportaciones durante los últimos 7 años a 770,000 la tonelada métrica (TM), por un valor de mil quinientos millones de dólares.

Actualmente el consumidor norteamericano está preocupado por una posible alza del precio del aguacate Hass que podría resultar de una guerra comercial entre México y los Estados Unidos, iniciada por el nuevo presidente Donald Trump.

Hass en República Dominicana
La siembra y exportación de aguacate Hass está aumentando en el país, y el productor puede recibir hasta 1.6 euros por kilogramo de aguacate Hass orgánico certificado, en comparación con los 0.94 centavos de euros por kilogramo pagado por el aguacate cáscara verde.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el área para expandir la producción del aguacate Hass en República Dominicana es limitada. Para ser productivo este árbol debe sembrarse sobre los 1,000 metros de altura.

Los Arroyos -al norte de Pedernales en la falda de la Sierra de Bahoruco, cerca de la frontera con Haití y del Parque Nacional Jaragua- es una zona ideal para producir este aguacate.

En esta comunidad ya hay 15,000 tareas de aguacate Hass en producción, una gran parte certificada como orgánica. A pesar de que hay limitaciones con el agua para riego, en la zona se pueden producir 600 kilos por tarea si se aplican la poda y la fertilización apropiadas.

Conflictos ambientales
El aguacate Hass está ganando mala fama a nivel internacional. La población de la mariposa Monarca, que emigra cada invierno desde los Estados Unidos a las áreas de producción de aguacate en México, está disminuyendo debido a la deforestación que se produce en tierras mexicanas para sembrar más aguacate Hass.

México está preocupado por una posible campaña contra el consumo de su aguacate, por eso ha establecido reservas naturales para la mariposa y está tomando medidas para frenar la deforestación.

En el país, algunos productores de Los Arroyos enfrentan un problema parecido. Están en conflicto con el Ministerio de Medio Ambiente y con ONG ambientales que alegan que algunas de las 15,000 tareas de aguacate están dentro del Parque Nacional y que se ha eliminado bosque natural, hábitat crítico para 32 de las 34 aves endémicas dominicanas.

La respuesta de los productores es que el Ministerio de Medio Ambiente cambió y expandió los linderos del Parque en 2004 para incluir las parcelas agrícolas sin hacer las consultas previas ni publicar los avisos requeridos por la ley dominicana. También dicen que en estas tierras hubo parcelas de productos de ciclo corto y que sembrar aguacate es un tipo de reforestación beneficiosa para todos.

Mientras se resuelve esta situación, hay que apoyar a los dominicanos para que aprovechen del mercado internacional del aguacate Hass, especialmente con la producción ubicada la zona fronteriza con Haití.

El Programa Exportando Calidad e Inocuidad está en disposición de apoyar plantaciones de Hass siempre que estén en terreno permitido por las autoridades y las leyes dominicanas.

Entorno socioeconómico
La situación en el área fronteriza es alarmante y con pocas alternativas económicas. Las casas abandonadas en el pueblo de Mencía, 27 kilómetros al norte de Pedernales, son testimonio de la despoblación dominicana de la frontera.

Los haitianos que llenan el vacío dejado por los dominicanos salientes viven en casuchas rudimentarias en las parcelas alquiladas o prestadas por los dominicanos que emigran.  También abunda el arreglo de “quinta parte” en el que el dueño de la parcela recibe uno de cada cinco quintales producidos por los trabajadores haitianos.

Los dominicanos que quedan, se quejan del abandono que sienten de su Gobierno, y están tomando medidas para producir más aguacate Hass. Contratan personal haitiano de las fincas de Los Arroyos para injertar sus árboles de aguacate criollo o establecer sus propios viveros.

El manejo de viveros, poda, fertilización, control de plagas, cosecha, y certificación orgánica de plantaciones de aguacate Hass es complicado y los productores necesitan capacitación y asistencia técnica.

Una compañía española de exportación de aguacate se estableció aquí hace dos años y está ayudando a estos grupos. Han traído expertos en producción de Colombia, Chile y Perú. El Programa Exportando Calidad e Inocuidad, financiado por el Departamento de Agricultura de los EUA, tiene la intención de apoyar este esfuerzo y estaría dispuesto a colaborar con cualquier otra empresa que quiera hacer lo mismo.

Los trabajadores haitianos de las fincas de Los Arroyos están llevando material a sus parcelas en Haití, donde existen las mismas condiciones óptimas de producción. Tal vez se puede identificar una de las múltiples ONG que operan en Haití para ayudar a los productores de una manera coordinada.

La producción haitiana se puede exportar desde la República Dominicana, mientras Haití establece condiciones mínimas para su industria. El Centro de Desarrollo Agrícola y Forestal (CEDAF) maneja recursos provenientes de los Estados Unidos para hacer algo similar en Pedro Santana. Están estableciendo viveros para producir vegetales en ambos lados de la frontera.

La industria dominicana emergente del aguacate Hass tiene una debilidad intrínseca: solamente puede exportar una parte de su cosecha y tiene que ser la mejor selección, que resista hasta 32 días desde la cosecha hasta el consumidor final, incluyendo el tiempo que la mercancía permanece en furgón por vía marítima. Lo que no se exporta se bota porque no hay un consumo local de estos productos.

Ni los dominicanos ni los haitianos consumen aguacate Hass.  Desarrollar un mercado local para lo que no se exporta debe ser una prioridad y tal vez no sea tan difícil. ¡Creo que acostumbrar a los dominicanos a comer un buen guacamole hecho de aguacate Hass dominicano sería fácil!

No hay comentarios

Dejar una respuesta