Alimentos funcionales contra el cáncer

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No existe una manera segura de prevenir el cáncer, aunque hay medidas que se pueden tomar y que podrían reducir el riesgo de padecerlo, como llevar una dieta saludable.

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que en 2012 hubo unos 14 millones de nuevos casos y 8,2 millones de muertes relacionadas con el este mal . Se prevé que el número de nuevos casos aumente en aproximadamente un 70% en los próximos 20 años.

Muchos son los concejos de los expertos y de la “gente común”, sobre lo que hay que hacer para prevenir cualquier tipo de cáncer. Entre las recomendaciones está no fumar, para no padecer cáncer de pulmón, o no exponerse excesivamente al sol, para evitar el cáncer de piel. Por ejemplo, los expertos sostienen que el consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer, como los de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, colon y recto, y mama. El riesgo de cáncer aumenta con la cantidad de alcohol consumida. El riesgo que supone beber en exceso para varios tipos de cáncer (como los de la cavidad bucal, faringe, laringe y esófago) aumenta notablemente si el bebedor también es un fumador empedernido.

Aunque hasta el momento no se ha determinado una causa específica para desarrollar este padecimiento, sí se puede hablar de diversos factores de riesgo relacionados directa o indirectamente. Muchos de ellos tienen que ver con nuestro estilo de vida y sobre todo con la alimentación que se lleva.

Según recientes investigaciones, la naturaleza ofrece una gran variedad de alimentos que actúan como protectores frente al cáncer. Aunque ninguna dieta garantiza que nos libremos de esta enfermedad, que depende de la conjunción de distintos factores, sí puede reducir el riesgo. Cereales integrales, frutas y verduras tienen propiedades anticancerígenas.

Lo que entra por la boca protege el organismo

A principios de 2011, científicos descubrieron la base bioquímica de la capacidad del brócoli para combatir el cáncer. Este vegetal contiene una sustancia que se ocupa de mantener a las células sanas y evitar que se inicie el crecimiento anormal propio del cáncer. Estas sustancias presentes en el brócoli, así como en el repollo y la coliflor, son capaces de eliminar la proteína del gen defectuoso y dejar libres las proteínas sanas para suprimir el desarrollo de tumores.

Así, en el 2009, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad Marshall en Estados Unidos demostraron que tomar un puñado de nueces al día reduce el riesgo de padecer cáncer de mama. Según explicaron, durante el encuentro anual de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer, estos frutos secos contienen muchos ingredientes que, individualmente, han demostrado desacelerar el crecimiento del cáncer, como son los ácidos grasos omega-3, los antioxidantes y los fitosteroles. Otro estudio más reciente, realizado por científicos de la Universidad de California-Davis (EE UU), concluyó que las nueces también reducen el tamaño y la tasa de crecimiento del cáncer de próstata en experimentos en animales.

El tomate es un gran aliado. El consumo de su compuesto activo, licopeno, reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. El licopeno y la tomatina tienen una alta capacidad antioxidante que evita que procesos de degeneración celular deriven en cáncer.
El té verde también tiene múltiples propiedades, gracias, sobre todo, a los polifenoles. Es anticancerígeno y antioxidante.

El aceite de oliva extra virgen es una potente arma contra algunas líneas celulares de cáncer de mama, al descubrirse que reduce de forma drástica los niveles de determinados oncogenes que están en el 30% de las pacientes que desarrollan una forma muy agresiva de la enfermedad. Investigadores del CIDAF han encontrado, en experimentos in-vitro, que los esos efectos pueden ser debido a la presencia de algunos compuestos minoritarios en el aceite, como son algunos compuestos polifenólicos.

La fibra del pan y cereales integrales, como el centeno, acelera el tránsito intestinal y arrastra las sustancias cancerígenas que puede haber en el conducto digestivo, previniendo el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas las sustancias cancerígenas protege contra el cáncer de páncreas y de mama.

Otros productos que benefician

La granada es rica en antioxidantes y ayuda a prevenir el cáncer de mama. Pero también es rica en ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y taninos. Estos últimos, son sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Otros estudios han demostrado cómo el jugo de granada puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer de próstata y la osteoartritis. Las mujeres de países asiáticos suelen presentar una menopausia más tardía, con menores trastornos y con un menor índice de problemas de osteoporosis, hecho que diversos estudios epidemiológicos han ligado a su alto consumo de soja, una fuente importante de vitaminas, proteínas, minerales, fibras vegetales, lípidos e isoflavonas.  Sin embargo, científicamente se ha examinado minuciosamente si su uso puede estar relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de mama.

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