¿Ni Clinton ni Trump? Los hispanos tienen otros incentivos para ir a votar

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La falta de acción del Congreso sobre el aumento del salario mínimo, que a nivel federal está en $7.25, ha impulsado a que en las boletas electorales estatales el tema se haya vuelto a colar para los comicios presidenciales.

Maine, Washington, Arizona y Colorado votarán este noviembre por iniciativas para subir el sueldo mínimo. En estos dos últimos estados de alta presencia latina, no solo son activistas hispanos los que impulsan la iniciativas, sino que los votantes de esa comunidad se sienten más motivados a ir a las urnas.

“Es un tema bastante familiar para los latinos”, dice Anabel Maldonado, activista de Healthy Families en Arizona, organización que promueve la Propuesta 206 para aumentar el salario mínimo en ese estado. “Puede que no los entusiasmen los candidatos pero el salario hace parte de la calidad de vida de la gente. Pocos discuten que no haya derecho a un salario digno”, agrega.

Tanto en Colorado como en Arizona, con salarios mínimos de $8.31 y $8.05 respectivamente, la meta de estas iniciativas es llegar con incrementos graduales a un salario mínimo de $12 en el año 2020.Adicionalmente Arizona también pondrá en la boleta electoral la decisión sobre el derecho a días de enfermedad pagos: 40 horas anuales para empleados de grandes empresas y 24 horas para los de pequeñas.

En 2014 votantes de otros cuatros estados con mayorías republicanas aprobaron iniciativas similares: Arkansas, Nebraska, Alaska y Dakota del sur. Aunque este año las campañas en contra de los aumentos han contado con más dinero y voces más agudas -grupos de pequeños empresarios, cámaras de comercio y asociaciones de restaurantes-, la tendencia histórica es que estas iniciativas ganan en las urnas.

«La mayoría de los estadounidenses tiene un sentido fundamental de la equidad: que si uno trabaja lo suficiente, como consecuencia debe ganar un salario acorde”, aseguró Jerold Waltman, politólogo de la Universidad de Baylor. “ Al ser las minorías las más afectadas por la recesión y los bajos ingresos, sin duda son los votantes más entusiastas”.

Las encuestas en ambos estados le dan la razón. En Arizona, un sondeo realizado las dos últimas semanas de agosto por el Instituto Morrison de Política Pública encontró que el 60% de los encuestados está a favor de la medida para aumentar el salario mínimo y menos del 10% se mostró indeciso.

En Colorado la brecha es más chica pero favorece el SÍ: 55% de los consultados por la firma Magellan Strategies a fines de septiembre, aprueba la medida frente a un 42% que NO. Los resultados dejan ver que quienes se registran como demócratas o independientes, están abrumadoramente de acuerdo con estas propuestas.

Latinos organizados

“Como latinos siempre hemos estado organizados alrededor de temas como la reforma migratoria o sacar al (sherrif Joe) Arpaio del poder”, cuenta Maldonado de Healthy Families

“Pero en 2013 comenzamos a hablar de salarios dignos y derechos del trabajador, y nos pusimos en la tarea de recolectar firmas para incluir la iniciativa en la boleta. Superamos las 150 mil requeridas”, agrega la activista. A pesar de ello, la asociación de restaurantes y la cámara de comercio desafiaron la validez de miles de firmas entre las más de 176.000 certificadas por la Secretaría de Estado y el caso se fue a la corte Suprema de Arizona que falló en contra de los demandantes.

La oposición también pasó por la legislatura estatal donde en abril pasado, senadores republicanos intentaron en vano aprobar un proyecto de ley para subir el salario mínimo a $9.50 en el año 2020, perorestringiendo a ciudades y condados la posibilidad de votar por cambios en sus propias leyes laborales.

“ Para nosotros la pelea ha sido dura. Es la primera iniciativa de corte progresista que logra pasar a pesar de las mayorías republicanas y con opositores de la talla del senador (John) McCain”.

Sin duda McCain es uno de los grandes detractores de la medida. Dice que no la apoya porque “como los economistas han advertido, un incremento del salario de $12 por hora en 2020 perjudicaría a las pequeñas empresas y se traduciría en pagos inferiores al salario mínimo para quienes tienen sus primeros empleos”, dijo a Univision Lorna Romero, vocera del senador, quien advirtió que respetará los resultados de las urnas.

Además de quienes cuestionaron las firmas, a Mccain se suman voces como la de Americans for Prosperity, Arizona Farm Bureau y Western Growers que insisten en que se van a tener que eliminar trabajos en el campo, donde los latinos son la fuerza trabajadora mayoritaria.

Ambas campañas cuentan sin embargo con inversiones bastante disparejas. El super PAC por el SÍ recogió casi $1.7 millones, $1 millón proveniente de la organización LUCHA (Living United for Change in Arizona). La campaña por el NO comenzó dos semanas atrás con una inversión de $20.000 de la Cámara de Comercio y la meta de recoger $1 millón hasta el día electoral.

“Los latinos sin duda quieren oir de esto. Nuestros números nos dicen que 778.000 personas se beneficiarán del aumento del salario mínimo y 934.000 de los días de enfermedad pagos en todo Arizona”, añade Maldonado.

Según una encuesta contratada por Univision un 71% de los hispanos quiere que el próximo presidente apoye un aumento del salario mínimo a $15, propuesta que se incluyó en la plataforma de la demócrataHillary Clinton, como resultado de negociaciones con su excontendor en las primarias, el senador Bernie Sanders.

Donald Trump ha sido ambiguo y contradictorio en este tema, por lo que en su último pronunciamiento, sostuvo que estaría dispuesto a apoyar un aumento hasta $10 por hora.

«Los mismos mitos de siempre»

La situación en Colorado es parecida a la de Arizona aunque la guerra publicitaria ha puesto a los contendores en una situación más pareja. Los opositores de la medida conocida como enmienda 70, de hecho usan el ejemplo de pequeños empresarios latinos para fortalecer el argumento de cómo ellos serían afectados si tuvieran que pagar un mayor sueldo a sus empleados.

Esta iniciativa incrementará el “salario de quienes viven de la propina en un 70% en 2020”, dijo Sonia Riggs, presidente de la Asociación de Restaurantes de Colorado, que hace parte de la coalición Keep Colorado Working, en contra de la enmienda. “Eso hará más difícil hacer pagos equitativos para quienes son de planta y quienes no”.

La coalición opositora compuesta por 78 organizaciones, entre ellas la Cámara de Comercio Hispana de Denver, sostiene también que una de sus grandes preocupaciones es cómo la medida puede afectar a las pequeñas empresas en las zonas rurales fuera de Denver y cómo los dueños de negocios podrían “justificar la contratación un trabajador no calificado para su primer empleo”, según Riggs.

«Esta iniciativa trata a las pequeñas empresas en las zonas rurales del mismo modo que las grandes empresas en las zonas más ricas. Otros estados le han dado más tiempo a los negocios chicos para hacer los aumentos progresivamente y no al mismo paso que los grandes».

Lisa Chacón, co presidente de la campaña “ Familias de Colorado por un salario justo” que apoya la enmienda, dijo a Univision que en el estado se esparcen «los mismos mitos de siempre» para negarle a le gente «una manera digna de vivir».

“Lo erróneo que ha dicho la campaña del NO es que el 85% de quienes viven con el salario mínimo son menores de 20 años y lo que hemos visto en realidad es que el 35% tienen más de 35 años, son madres solteras cabeza de familia y como no, latinas. Con un salario mínimo no se puede sostener una familia”.

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos tiene una página dedicada a desmitificar con varios estudios, las aseveraciones según las cuales el aumento del salario mínimo es dañino para la economía.

Chacón asegura que detras de la iniciativa en Colorado están 200 negocios pequeños, organizaciones como Mi Familia Vota, sindicatos de trabajadores, iglesias, legisladores y hasta el gobernador del estado, John Hickenlooper.

“Hace dos años comenzamos a empujar esta medida porque la comunidad percibió cómo los precios en Colorado estaban subiendo, haciendo imposible pagar la renta y la comida. Colorado es un estado que está creciendo mucho económicamente pero no hemos tenido un incremento en el salario mínimo por más de una década», agrega Chacón.

Las firmas las comenzaron a recoger a fines de abril y con un requerimiento de base de 98 mil, llegaron a 200 mil. La coalición también logró juntar tres veces más dinero que quienes repelen la enmienda. En el caso del SI, el PAC había recibido $3,1 millones hasta principios de octubre siendo su mayor donante The Center for Popular Democracy. El NO por su parte recaudó $1,2 millones, la mitad de los cuales fue puesto por Workforce Fairness Institute.

“Para mucha gente la elección se trata no tanto de Hillary o Trump. La gente que trabaja cuidando niños o enfermos, o en zona rural o en plantas industriales, esos latinos quiere tener una mejor calidad de vida”, concluye la activista.

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