Crecimiento económico supera su potencial

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Reunión. El gobernador del BC, Héctor Váldez, participó en la reciente reunión del Fondo Monetario Internacional

En mi calidad de director del Departamento de Cuentas Nacionales y Estadísticas Económicas del Banco Central de la República Dominicana, he considerado pertinente exponer por esta vía algunas puntualizaciones aclaratorias sobre unos comentarios realizados por los economistas Ernesto Selman, Pavel Isa y Antonio Ciriaco relacionados con los resultados de la economía dominicana al cierre del año 2017, en el marco de una actividad organizada por la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH), los cuales fueron reseñados por el periodista Ubaldo Guzmán Molina del periódico Hoy el pasado 9 de febrero.

En ese sentido, Ernesto Selman, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) sostuvo que “el informa del Banco Central tiene algunas inconsistencias estadísticas importantes, entre ellas que el sector de la construcción, el cual tiene mucha ponderación en la economía, registró un crecimiento nulo a septiembre y, sin embargo, terminó creciendo 3.7%, es decir tuvo que crecer 15.2% en el último trimestre para que el año completo creciera 3.7%. Ahí hay una inconsistencia importante, que hay que tomar en cuenta”. Miguel Collado Di Franco, otro economista del CREES presente en el evento, se pronunció en los mismos términos expresando que “no parece consistente el incremento registrado en el último trimestre del año por el sector de construcción”.

La nota que reseña el periodista Guzmán Molina no incluye los argumentos técnicos esgrimidos por Ernesto Selman para sustentar su afirmación. Quizás el artículo periodístico no los incluyó por razones de espacio. Tal vez, el economista del CREES simplemente realizó su comentario, sin respaldarlo técnicamente. Independientemente del caso, no queda claro, a mi entender, dónde estaría la inconsistencia con las cifras del sector construcción.

¿Será que por alguna razón que desconozco los economistas del CREES encuentran que el crecimiento de 0.0% en la construcción a septiembre 2017 estaba bien a su parecer, pero el de 15.2% del último trimestre resulta muy alto para ellos?

La realidad es que la construcción experimentó un repunte importante en los últimos meses del año, impulsada tanto por el sector privado como por el sector público. El sector privado reaccionó favorablemente a las medidas monetarias de corte expansivo que se tradujeron en una reducción de las tasas de interés y el crédito al sector privado en moneda nacional aumentó en RD$55,000 millones en el periodo agosto-diciembre 2017, de los cuales más de RD$12,000 millones se canalizaron a la construcción y adquisición de viviendas.

En el caso del sector público, la ejecución presupuestaria se tornó más activa en el segundo semestre del año y parte del gasto público se destinó a reparar los daños en la infraestructura vial derivados del paso de los huracanes en el último trimestre del año. Para que se tenga una idea clara del impulso fiscal, en el último trimestre del año 2017 el gasto de capital del Gobierno en construcción de obras registró un aumento interanual de 129.7% al pasar de RD$8,616.3 millones en octubre-diciembre 2016 a RD$19,794.6 millones en octubre-diciembre 2017.

Como se puede apreciar, que la construcción experimentara un crecimiento de 15.2% en el último trimestre del año no tiene nada de extraño ni presenta ninguna inconsistencia como apunta el economista Ernesto Selman. El crecimiento del año es un promedio ponderado de lo acontecido en los diferentes trimestres. Es un tema de matemática simple: si el crecimiento acumulado fue nulo a septiembre, un resultado aproximado del año sería dividir el crecimiento de 15.2% del último trimestre entre 4 trimestres, lo cual arroja un 3.8%, muy parecido al 3.7% publicado por el Banco Central.

En la rueda de prensa del pasado 30 de enero, las autoridades del Banco Central manifestaron que la economía había marcado un punto de inflexión a partir de agosto y que si el país no hubiese sido impactado por Irma y María la economía hubiese crecido por encima de 5%.

Durante la actividad de la AEIH, el Dr. Pavel Isa, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), de manera un tanto subjetiva expresó que entiende que el Banco Central “exagera cuando señala que el impacto de las tormentas Irma y María representó un 1% del Producto Bruto Interno (PIB). Se preguntó cuánto pudo haber participado el crecimiento del PIB en un mes del año”. El CREES también “consideró sobredimensionado el impacto de las tormentas en la economía”.

En este punto, me permito sugerirle a estos amigos economistas, que sustenten en alguna información tangible sus “creencias y consideraciones ”, ya que de acuerdo a las estimaciones del Banco Central, “los huracanes hicieron un daño de casi un 1.0% del PIB”, tomando en cuenta que las intensas lluvias e inundaciones no solamente impactaron el crecimiento del PIB (particularmente en el mes de septiembre con Minería, Manufactura Local, Zonas Francas, Comercio, Hoteles, Bares y Restaurantes y las importaciones con números negativos) sino que también afectaron obras de infraestructura vial y el acervo de activos productivos. El país estuvo paralizado durante 3 días de manera oficial y en el caso de algunas empresas sus actividades productivas se vieron afectadas de cinco a diez días laborables.

Asimismo, cuando el Banco Central informa ante los medios de comunicación proyecciones de variables macroeconómicas, así como cuantificaciones del impacto de un choque adverso como el caso de los huracanes, lo hace basado en el consenso de un amplio equipo de técnicos especializados, así como economistas con formación académica, sustentado en el análisis de la cifras.

Aprovecho la ocasión para recordar que los resultados del Producto Interno Bruto se compilan siguiendo los lineamientos metodológicos internacionales del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN08) de Naciones Unidas para las cuentas anuales y el Manual de Cuentas Trimestrales del Fondo Monetario Internacional (FMI) para las cuentas trimestrales. Los datos básicos para la compilación del Producto Interno Bruto se obtienen directamente de las principales empresas, así como de las estadísticas fiscales, encuestas laborales, encuestas de gasto turístico, registros administrativos, estados financieros, entre otras fuentes. Estas informaciones son procesadas rigurosamente por un equipo de profesionales altamente especializados y entrenados por los organismos internacionales que además cuentan con vasta experiencia.

No se entiende el señalamiento del Dr. Pavel Isa refiriéndose a las estimaciones sobre el impacto de los huracanes en la economía cuando afirmó que las autoridades del Banco Central se manejaron “en términos muy de imagen y político” pues uno se pregunta ¿Qué ganaría el Banco Central sobredimensionando el impacto negativo de los huracanes en la economía?
Si en lugar de emitir opiniones sin sustento, estos economistas realizaran el esfuerzo de plantearse cuál hubiese sido un ritmo de crecimiento razonable a esperar en el mes de septiembre en un escenario en el caso de que no hubiesen pasado los huracanes, y toman en consideración que el mes de octubre también se vio afectado en parte por los fenómenos climáticos, llegarían a la conclusión de que efectivamente el crecimiento de 2017 hubiese cerrado por encima de 5.0%.

El Dr. Pavel Isa añadió a sus consideraciones que “la baja en el ritmo de crecimiento de 2017 fue culpa del Banco Central, porque apretó mucho la política monetaria en el primer semestre del año para después venir corriendo a soltar la presa”.

Este tipo de comentarios me recuerda las expresiones “Palo si boga y Palo si no boga” y “No es lo mismo torear el toro que verlo torear desde las gradas”. El querer culpar al Banco Central “por la baja en el ritmo de crecimiento en 2017” es una afirmación que deja de lado importantes consideraciones técnicas en el ámbito del ejercicio e implementación de la política monetaria, entre ellas la reducción de la demanda de crédito y de dinero en la economía ante los cambios en las expectativas de los agentes económicos, que indica que no ha interpretado correctamente los comunicados de política monetaria que todos los meses emite el Banco Central.

La realidad es que luego de haber registrado un crecimiento de 5.4% en enero-marzo 2017, durante el segundo trimestre del año y en respuesta a diversos factores internos y externos que incidieron sobre las expectativas de los agentes económicos, se produjo una desaceleración en la demanda interna, principalmente de la inversión privada, al mismo tiempo que la ejecución presupuestaria del Gobierno fue menos activa en los primeros meses del año 2017. Esto se reflejó en una disminución en el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real, el cual registró una variación interanual de 3.1% en abril-junio 2017. Con este último resultado el crecimiento enero-junio 2017 cerró en 4.3%.

Ante este choque adverso en la demanda interna, el cual se combinó con presiones inflacionarias menores a las previstas, las autoridades monetarias adoptaron medidas de flexibilización monetaria a finales del mes de julio que permitieron que el año cerrara creciendo 4.6% en 2017, apenas cuatro décimas por debajo de su ritmo potencial, más que satisfactorio, dado el impacto del paso de los huracanes en las actividades productivas.

Al final de año, la economía cerró creciendo 6.5% en el trimestre octubre-diciembre 2017, muestra fehaciente de la efectividad de las medidas monetarias de corte expansivo combinadas con una ejecución de la política fiscal más activa en la segunda mitad del año. El impulso al crecimiento de las medidas monetarias se materializó sin comprometer la meta de inflación, que terminó el año en 4.20% en torno al centro del rango meta de 4%±1%. Los resultados hablan por sí mismos.

Cabe precisar que en los últimos meses el país ha recibido dos misiones oficiales del FMI, la primera de una semana en noviembre 2017 y otra en febrero por un período de dos semanas dentro del marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo del referido organismo. En ambas ocasiones los técnicos del FMI revisaron y analizaron las cifras preliminares del PIB, encontrándose conservadores los resultados correspondientes a algunas actividades económicas. Asimismo, verificaron que las informaciones se encuentran debidamente sustentadas y corroboraron que la compilación se realiza conforme a los lineamientos metodológicos recomendados en los manuales internacionales.

Por otro lado, Ernesto Selman expresó que “a pesar de que 2017 fue un año lluvioso de fenómenos naturales e inundaciones, lo que afectó la producción y la infraestructura, el informe del Banco Central señala que la agricultura creció 5.9%”.

De este comentario se infiere que los economistas del CREES se encuentra el crecimiento de la agropecuaria elevado, dados los fenómenos naturales e inundaciones. Al analizar las cifras se puede apreciar que la agropecuaria, después de haber registrado un crecimiento acumulado de 6.8% en el periodo enero-agosto, en septiembre creció 3.9% y en el período octubre diciembre 4.3%, reflejando una desaceleración en su ritmo de crecimiento que responde en gran medida a los efectos del paso de los huracanes en algunos rubros agropecuarios, de los cuales el más afectado fue el banano de exportación, particularmente en la Línea Noroeste.

Cabe precisar que el crecimiento del valor agregado de la agropecuaria depende de una amplia gama de productos agrícolas cultivados en el territorio nacional, así como la ganadería, y no todos los rubros agropecuarios fueron afectados de la misma manera por las condiciones climáticas adversas.

En adición, la agropecuaria se ha visto beneficiada en años recientes debido a las efectivas políticas de apoyo que ha venido implementando el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura, como son la reprogramación de los ciclos de cultivos para lograr una mayor eficiencia y productividad, la diversificación de las variedades genéticas de las semillas, entre otras medidas de apoyo de índole técnico y financiero.

Otro comentario manifestado por Ernesto Selman es que “llama la atención que un solo trimestre de inversión extranjera directa ingresara al país el mismo monto que en nueve meses”. Sobre este punto, bastaría consultar la prensa nacional del pasado mes de diciembre de 2017, donde en un comunicado se informa el acuerdo de negociación en el que la Cervecería Nacional Dominicana vendió acciones a la compañía extranjera Ambev. El monto asociado a esta operación fue registrado como Inversión Extranjera en el último trimestre del año por tratarse de una transacción realizada por una entidad considerada “no residente”, siguiendo los lineamientos del VI Manual de Balanza de Pagos del FMI.

En cuanto a los argumentos relacionados al mercado laboral, planteados por Ernesto Selman del CREES y Antonio Ciriaco Cruz de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), sobre inconsistencias en la generación de empleos y la reducción de la tasa de desempleo ante un menor ritmo de crecimiento de la economía dominicana, quisiera aclararles que en este resultado no existe contradicción alguna ni es parte de la “magia de la información que ofrece el Banco Central” como sarcásticamente expresara Ciriaco Cruz.

Resulta oportuno interpretar correctamente la Ley de Okun (1962), la cual plantea que en promedio (no necesariamente de forma coincidente y automática en todos los períodos) cuando la economía crece por encima de su potencial tiende a producirse una reducción en la tasa de desocupación, mientras lo contrario ocurre cuando la economía crece por debajo de este nivel. Bajo esta óptica, mientras la economía se mantenga creciendo en torno al 5.0%, es de esperarse que se continúen generando empleos suficientes para que la tasa de desocupación permanezca estable o disminuya.

La economía ha estado creciendo por encima de su ritmo potencial promediando un crecimiento de 6.5% en el periodo 2014-2017, generándose así una reducción en los niveles de desempleo. En el caso de 2017 se generaron 120,237 nuevos ocupados netos en promedio y el mayor incremento se produjo en el último trimestre del año, precisamente con la economía creciendo por encima de su potencial a un ritmo de 6.5%.

Finalmente, quisiera aprovechar la ocasión para reiterarle al presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo, organizador del encuentro donde se ofrecieron las declaraciones de los referidos economistas, que las autoridades y el equipo técnico del Banco Central se encuentran en la mejor disposición de recibirles en la Institución, cuando lo consideren necesario. Esto serviría para satisfacer sus inquietudes y ofrecerles las debidas explicaciones, y así evitar que sus asociados sean desinformados y tomen decisiones de inversión basándose en las opiniones de algunos economistas locales sobre el desempeño de la economía dominicana con un enfoque negativo, o bien sesgadas por intereses políticos en otros casos.

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