En el sector Savica, delincuentes imponen el miedo y las casas y negocios se convierten en cárceles

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En el barrio Savica, de Santo Domingo Este, las medidas de seguridad para evitar ser asaltado, se han convertido en parte de la vida cotidiana que, sin embargo, no ha logrado impedir el que cada día algún residente en la zona pierda sus pertenencias a manos de un delincuente o resulte herido en medio de un atraco.

El caso más reciente, que ha incrementado el temor en el sector , es el del mayor del Ejército Nacional, adscrito al Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), Omar Durán Matos, quien resultó herido de bala tras salir a defender a una persona que estaba siendo asalta en el frente de su casa.

En una visita realizada al sector por Listín Diario, los moradores, quienes pidieron en su mayoría no ser identificados por temor a represalias, informaron la situación de terror en que viven a causa de los malhechores.

Según los vecinos, en varias ocasiones familiares de Durán Matos también han sido víctimas de la delincuencia, dijeron que días antes al incidente, que casi le cuesta la vida, desconocidos a punta de pistolas les quitaron los celulares a sus hijas que se encontraban en la galería de la casa.

“A un señor que vive en esa calle le dieron un tiro cuando salió a defender a un muchacho que estaban atracando en la puerta de su casa, pero a sus hijas le quitaron los celulares días antes, estando ellas del lado de su casa, en su propia galería”, dijo Johnny Lachapelle, comerciante del sector.

Contaron que los asaltos ocurren con frecuencia en horarios en que hay mayor flujo de personas, específicamente entre 6 y 7 de la mañana, cuando salen hacia sus lugares de trabajo, universidades o escuelas. También,  al mediodía cuando los estudiantes salen de los centros educativos del área y después de las 6 de la tarde, hora en que muchos retornan a sus hogares luego de jornadas laborales o educativas.

El tramo de la calle primera, entre calle A y calle Cuarta, es el más afectado.  Pero la más recurrente en asaltos es la calle tercera, no solo por lo estrecha que es, sino también porque tiene varias curvas, lo cual permite que, luego de efectuado el asalto, los delincuentes se pierdan de vista con facilidad, explicaron los vecinos del lugar.

Los ciudadanos dijeron que los delincuentes circulan  por las calles en motores, por lo general, uno de ellos viste con chalecos de motoristas y su acompañante con casco protector, aparentando ser un pasajero. Otros visten como mensajeros y llevan consigo un bulto. Apariencias que permiten que algunas personas se confíen al ver que se les acercan.

Ante el incremento dela inseguridad, las personas en Savica se mantienen alerta y han tomado medidas. Dicen que cuando ven algo sospechoso les avisan a los transeúntes, proceden a cerrar sus casas inmediatamente entran o salen. Quienes van a la universidad solo llevan sus cuadernos y el dinero justo para el pasaje. Muchos tienen como reglas que sus familiares deben avisarles antes de llegar a la casa para “estar pendientes y que entren de una vez”.

En las escuelas, bancas, tiendas, centros de internet y barberías de la zona se observó que los propietarios y dependientes tienen como medidas de seguridad permanecer  con las puertas cerradas y solo dar paso a clientes y personas de confianza, mientras que algunos colmados colocaron verjas con las que mantienen una distancia entre quienes llegan y a quien les despacha.

Samuel Pérez, propietario de un negocio, expresó que  “los atracos no lo realizan personas de aquí, vienen de otros barrios, atracan casi siempre a las mujeres para quitarles la cartera”.

Directivos de la escuela del sector dicen que padres y maestros de la institución han sido víctimas de los delincuentes, perdiendo en los hechos sus equipos móviles, dinero y documentos personales.

Las autoridades
Como comunidad, los moradores del sector Savica dicen no estar enterados de que se realicen denuncias a las autoridades, pero afirman que de manera individual si las han hecho.

Informaron que muchas personas no realizan sus denuncias por temor, además se mostraron escépticos ante las respuestas de la Policía en estos casos, argumentando que “si fuéramos gente con dinero, quizás nos hagan caso, pero aquí nadie oye al pobre”.

Sin embargo, piden a las autoridades poner mano dura ante la ola de delincuentes en país. Solicitan que se asignen patrullas en el sector.

Entiende,n además, que no es solo apresar a los delincuentes, también consideran que “tienen que incentivar a los policías, aumentarles el sueldo, que cuando estén en las calles puedan comer bien y andar en motores con mucho combustibles”.

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