La ciudad de Santiago se convirtió en un inmenso caos en su sistema de tránsito vehicular en horas de la mañana de este sábado.
La población, presionada por la necesidad de realizar sus diligencias en un día acortado por el toque de queda temprano, convirtió la urbe en un «pandemónium» para la población.
Calles, avenidas, incluyendo las vías de barrios y urbanizaciones, fueron copadas de todas clases de vehículos, generando grandes taponamientos.
Los supermercados, plazas y mercados públicos fueron abarrotados de personas, desde tempranas horas de la mañana.
Los grandes tapones generaron disgustos en muchos ciudadanos, que se quejan por la disposición, de toque de queda desde el mediodía de sábados y domingos.
La congestión vehicular afectó todas las zonas de la ciudad, donde la acción de los agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) pudo ayudar poco para mitigar el trauma colectivo que genera esa situación.
