“A mí me gusta innovar, pero sin que se pierda la esencia de lo que hago”. Así comienza hablando la diseñadora Marisol Henríquez sobre su nueva colección pintada a mano que ha llamado poderosamente la atención por el toque artesanal que le ha dado para ponerse a tono con el verano y el otoño que ya se asoma.
En su inquietud por proyectar lo más genuino de la moda dominicana en cada colección concibe diseños en los que siempre deja sentir el detalle artesanal para que sus piezas “hablen” de su apego a la dominicanidad, a la naturaleza, y por supuesto, a lo que le apasiona: la moda.
“Unido a ese mágico sentir que proyecta esta propuesta, la colección está inspirada en los efectos trascendentales de la moda, en los que hemos combinado el estilo retro con una dosis moderna de trazos y colores para lograr impregnar un estilo elegante, sensual, vistoso y atractivo”, comenta la profesional de la alta costura.
Al referirse a los colores, Henríquez dice que las piezas están elaboradas en tejidos con tonos tropicales: blanco, rosa, verde, amarillo, azul aqua y fucsia.
“Hemos escogido tonos vivos, intensos llenos de vida, justo como la esencia de nuestro país”, manifiesta dejando ver la felicidad que esta colección ha provocado en ella, no solo por la acogida que ha tenido, sino por lo que ha representado hacerla.
Más que clase
Se trata de una propuesta que irradia luz, pasión, sensualidad, inteligencia, alegría, sabiduría y espiritualidad.
“Es importante que se le preste atención a cada detalle, porque esta colección está integrada por hermosas piezas que emulan la elegancia en sus vestidos de gala en los que prima el volumen, la transparencia en cálidas texturas pintadas a mano, con diferentes flores. Esto plasma dos cosas: la calidez del verano y el romanticismo del otoño”.
Hace referencia a que las piezas que conforman su nueva apuesta son completamente naturales y tropicales para hacer justicia al clima tropical de República Dominicana. Para lograrla se auxilió de una sofisticada selección de texturas como el sharmous de seda, seda fría y natural, gazar de seda, shantú de senda, holganza natural y otras texturas del tipo Novelty Frabic.
Los detalles para Marisol Henríquez son tan importantes como la esencia misma de su trabajo, por eso, con una terminación impecable y flexible trata de que sus prendas sean más que una ropa, una pieza de colección. El tejamaní es el estilo artesanal que la caracteriza y trata de no darle la espalda en ninguna de sus propuestas dándole ese toque especial y distintivo durante toda su trayectoria. Sin duda, en sus colecciones no puede faltar el uso del tejamaní, el cual se combina de manera magistral para resaltar la elegancia femenina, sello que distingue su línea Marysun.
Fuente-Listin Diario.