El Gobierno se propone recaudar con su proyecto de reforma fiscal entre RD$110,000 millones y RD$115,000 millones, equivalentes a 1.5% y 1.7% del producto interno bruto (PIB). Actualmente, se están preparando todos los escenarios para presentar pronto (este mes) la propuesta, para tener tiempo para iniciar la discusión del proyecto antes de que acabe el año y pueda entrar en vigor en 2025.
El primer paso que será congelar o reducir la rigidez presupuestaria del gasto público y, en segundo lugar, eliminar y fusionar instituciones. Un sector que será “tocado” es el de los fideicomisos privados, junto a otros incentivos y exoneraciones.
Se contempla reducir exenciones establecidas en varias leyes, como la Ley de Cine, el incentivo a los espectáculos y entretenimientos (arte y cultura); y quitar de cuajo el tope de los US$200 en las compras por internet.
Se ampliará base del ITBIS, sobre la base de la protección social a los más vulnerables, con la eliminación de las exenciones generalizadas; se quitará el anticipo a las mipymes y se colocará un tributo a las microempresas, como también se eliminará el incentivo a empresas comerciales y turísticas que ya cumplieron su objetivo y registran importantes ganancias. El incentivo de ley a empresas turísticas seguirá vigente para el desarrollo de nuevos polos, como el Polo IV de Enriquillo, que abarca a Pedernales, Bahoruco y Barahona.
El proyecto de reforma está prácticamente listo y solo se afinan detalles. Este lunes se tenía previsto comenzar con la parte del gasto público, cuyo planteamiento se enfocará en reducir el tamaño del Estado, con la fusión y eliminación de instituciones públicas, pero esta fecha fue movida.
Será gradual
La reforma fiscal será aplicada de reforma gradual. Como paso siguiente, a la congelación del gasto, el Gobierno se propone plantear las necesidades de recursos a los sectores productivos, a los hogares y al sector público, en vista de la necesidad de bajar el peso del pago de los intereses de la deuda, y aumentar las inversiones en infraestructuras y las transferencias al Banco Central a por lo menos 0.9% a 1 % del PIB y que ahora de un 0.6%.
Se aspira, con la “reingeniería”, llegar a un 2% del PIB de forma gradual, sobre la base de cuatro ejes: Recaudar para protección social, el programa de inversión pública, reglas claves e iguales para todos y perseguir la evasión fiscal y, modernizar el sistema tributario.
El gasto se afectaría en 0.25% del PIB, unos RD$25,000 millones, según datos.
Basados en el argumento de que el país es el cuarto de la región con menor gasto público del mundo, respecto de su tamaño económico, solo superado por Haití, Guatemala y Venezuela, organismos internacionales recomiendan aumentar el gasto público que ahora es un 19.3% y acercarse por lo menos el promedio regional, que es de 27.8%.
Actualmente, la deuda de República Dominicana como proporción del PIB es de un 45% en el Sector Público No Financiero (SPNF), es decir fuera de la del Banco Central, por lo que ha ido bajando de 56.6% en 2020, 50.4% en 2021 y 45.4% en 2022.
Pero, los intereses de la deuda están en un 21.8%, como proporción de ingresos, y se ha triplicado en los últimos 16 años.
