Hepatitis C: la importancia de un diagnóstico a tiempo para mejorar el tratamiento de una «enfermedad olvidada»

A diferencia de muchas otras patologías crónicas y graves, ésta se puede curar en más del 95% de los casos, en pocas semanas y prácticamente sin efectos adversos. Las metas de la OMS de erradicarla para 2030 y una nueva generación de antivirales de acción directa

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Se estima que 3,5 millones de personas viven con hepatitis C en la región, y aproximadamente 325 mil padecen la enfermedad en la Argentina.

A diferencia de muchas otras enfermedades crónicas y graves, ésta se puede curar en más del 95% de los casos, en pocas semanas y prácticamente sin efectos adversos. Por eso, no es impensable la posibilidad de ganarle definitivamente a este virus.

«Eliminar la hepatitis C para 2030 es uno de los objetivos que se propuso la Organización Mundial de la Salud y estamos trabajando en ese camino», refirió el médico hepatólogo Ezequiel Ridruejo, ex presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado(AAEEH)

La mayoría de los pacientes, al recibir el diagnóstico se sorprenden, ya que no creían haber estado expuestos a situaciones de riesgo de infección. El virus se transmite a través de sangre infectada por transfusiones de sangre y hemoderivados antes de 1993, que fue cuando se incluyó el testeo del virus en los análisis de sangre.

Otras vías son el uso de materiales médicos u odontológicos mal esterilizados y compartir cepillos de dientes, afeitadoras, jeringas u otros elementos cortantes. A su vez, se puede contraer realizándose tatuajes o piercings sin la esterilización necesaria, manteniendo relaciones sexuales sin protección con alguien infectado o con el contagio madre-hijo durante el embarazo.

Ridruejo insistió en que «cualquiera puede -y debe- pedirle a su médico al menos una vez en la vida que le indique el test de la hepatitis C, porque son gratuitos, se realizan en todos los centros de salud y permiten saber a tiempo si se porta o no el virus».

El virus afecta a millones de personas en el mundo (Shuttersotck)

El virus afecta a millones de personas en el mundo (Shuttersotck)

En este marco, en contexto de la colaboración anunciada en el 18° Congreso Internacional de Enfermedades Infecciosas (ICID), que se llevó a cabo en Buenos Aires, la compañía farmacéutica egipcia Pharco se comprometió a suministrar los ingredientes farmacéuticos activos para sofosbuvir y el fármaco candidato ravidasvir.

En tanto, Insud Pharma y el laboratorio argentino Elea registrarán, producirán y distribuirán ravidasvir y sofosbuvir en Latinoamérica. La organización sin fines de lucro dedicada a la investigación y el desarrollo, Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), colaborará con datos de ensayos clínicos y junto con la Fundación Mundo Sano contribuirán en actividades de concientización para maximizar el acceso a un diagnóstico fácil y un tratamiento accesible contra el virus de la hepatitis C.

Actualmente, en la Argentina se dispone de un régimen de 12 semanas de tratamiento para la hepatitis C por un costo mínimo de US$7000, que es cubierto por el sistema de salud del país, en Chile es de US$12,000 y en Brasil más de US$6,000. Si bien el costo de fabricar ravidasvir es potencialmente mayor que algunos antivirales de acción directa, gracias al compromiso asumido por todos los integrantes de esta colaboración, se calcula que el precio objetivo de la nueva combinación ravidasvir/sofosbuvir se situará por debajo de los US$500 en América Latina.

Aproximadamente 325 mil personas padecen hepatitis C en la Argentina (Getty)

Aproximadamente 325 mil personas padecen hepatitis C en la Argentina (Getty)

«Es un orgullo para nosotros contar con Insud Pharma, Elea y Pharco como aliados confiables capaces de registrar y fabricar lo que será un fármaco nuevo de calidad, que podría transformar la dinámica de acceso al tratamiento del virus de la hepatitis C en Latinoamérica», manifestó por su parte Silvia Gold, presidenta de Mundo Sano.

Ravidasvir es un inhibidor NS5A, y forma parte de una nueva generación de antivirales de acción directa que están revolucionando el tratamiento de la hepatitis C. Los ensayos clínicos que desarrolla DNDi están probando su uso potencial como tratamiento en combinación con sofosbuvir, un antiviral de acción directa existente, con el objetivo de demostrar su perfil pangenotípico tanto en pacientes que nunca recibieron tratamiento como los que ya tuvieron tratamiento, en pacientes cirróticos y no cirróticos, en personas coinfectadas con el virus de la hepatitis C y el VIH, y en personas que se inyectan drogas.

Los resultados completos de seguridad y eficacia de un ensayo clínico de Fase II/III en 301 pacientes en Malasia y Tailandia se publicarán en abril de 2018.

En un ensayo clínico de Fase III anterior en 300 pacientes en Egipto, realizado por Pharco, ravisdavir exhibió una tasa general de cura del 98% en pacientes con el genotipo 4 cuando se lo utiliza en combinación con sofosbuvir.

«Esperamos que nuestra colaboración sea conducente a un acceso generalizado al tratamiento seguro, eficaz y asequible para pacientes en Argentina y en toda la región», manifestó Sherine Helmy, CEO de Pharco Pharmaceuticals.

Los países de la región están adoptando diferentes estrategias para hacer frente al alto precio de este tratamiento (Getty)

Los países de la región están adoptando diferentes estrategias para hacer frente al alto precio de este tratamiento (Getty)

«Elea, como reconocido laboratorio argentino, tiene dentro de sus pilares de fundación el desarrollo de nuevas terapias eficaces, seguras y accesibles para la población. Este nuevo tratamiento será enteramente producido en nuestras plantas de fabricación en la Argentina y estará disponible para todas aquellas personas que padezcan la enfermedad en Argentina y América latina», afirmó Eduardo Spitzer, director científico de Elea Phoenix.

Los países de la región están adoptando diferentes estrategias para hacer frente al alto precio de este tratamiento. Sin embargo, se presentaron una serie de solicitudes de patentes -que se encuentran pendientes- y que podrían impedir el acceso asequible a sofosbuvir tanto en Argentina como en otros países latinoamericanos, todos los cuales son países de ingreso mediano (MIC), según la clasificación del Banco Mundial.

En septiembre de 2017, Malasia, también clasificado en la categoría MIC, emitió una licencia para «uso gubernamental» que permite el acceso a versiones más accesibles de este costoso medicamento. Esta decisión que marca un hito ayudará a las más de 400 mil personas que viven con hepatitis C en Malasia, y podría tener repercusiones importantes en el esfuerzo global a favor del acceso a tratamientos para esta enfermedad viral.

El virus de la hepatitis B también es grave, frecuente y muy infectivo. Desde la AAEEH, insisten en recordar a la comunidad que hoy existe una vacuna que permite prevenir el virus y que integra el calendario obligatorio de inmunizaciones en nuestro país, al igual que la vacuna que previene la hepatitis A.

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