Hipólito: el agricultor de 78 años que no consiguió su “última oportunidad” para volver a ser presidente

Tras no obtener los votos necesarios en las primarias del PRM, Mejía apoyará a Luis Abinader para sacar al PLD del poder

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A sus 78 años Hipólito Mejía aspiraba a ser presidente de la República Dominicana por segunda vez. No salió airoso en su más reciente prueba tras fallar otros intentos luego de que dejó la Presidencia en 2004. El pasado domingo, el 21.17 % que obtuvo -de forma preliminar- de los votos en las primarias cerradas del Partido Revolucionario Moderno (PRM) no le alcanzaron para ser su candidato oficial y enfrentarse a su principal competidor: el oficialismo, pero también a su propio legado gubernamental que está marcado por una histórica crisis económica y casos de corrupción.

“Mi pasión no es la política, mi pasión es el campo”, dijo recientemente el ingeniero agrónomo. Al periódico El Día le aseguró que está sería la última vez que buscaría volver a la Presidencia. De conseguirlo o no, afirmó que preferirá dedicarse a crear “cosas nuevas en la agricultura”, sector en el que tiene inversiones en el rubro tabacalero y en productos derivados del agro.

Este lunes, un día después de las primarias, Mejía reconoció su derrota ante Luis Abinader, su principal contendor en el PRM. “A partir de este momento, cuando lo que está en juego es el futuro de la patria, mi contribución será trabajar sin descanso para sacar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) del poder”, dijo a la prensa.

Durante su gobierno (2000-2004) se modificó la Constitución y se le habilitó a optar por la reelección presidencial, pero no la logró. El peledeísta Leonel Fernández regresó al poder en 2004 y desde ese año el PLD ha gobernado consecutivamente el país. Mejía buscó en 2012 romper esa tendencia, postulándose nuevamente a la Presidencia, pero no tuvo éxito.

Mejía llegó en agosto de 2000 al Palacio Nacional con 59 años y promesas de un gobierno transparente y para la gente. Entre sus primeras acciones estuvo visitar el barrio Cristo Rey, de la capital, y proclamar allí que rescataría los barrios marginales.

Él no era un neófito en el servicio público. Había sido ministro de Agricultura y director del Instituto Nacional del Tabaco. Además, había buscado la vicepresidencia de la República como compañero de boleta de José Francisco Peña Gómez para las elecciones de 1990 y aspirado a senador por Santiago para 1982.

“Agarraré por el ‘pichirrí’ a los que no entiendan que tienen un compromiso para enfrentar la pobreza y al que quiera coger o tomar los dineros del pueblo”, dijo a la prensa con el estilo informal e irreverente que le caracteriza. “Mi estilo a algunos le gusta y a otros no, ese no es mi problema. Yo no voy a cambiar nada y lo único que me voy a cambiar es este saco y usar una chacabana”.

Su gobierno anunció un plan de austeridad, entre este una reducción del 10 % del salario de los funcionarios que ganaran desde los RD$35,000.

Rafael Hipólito Mejía Domínguez

  • Ingeniero Agrónomo por la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
  • Exministro de Agricultura.
  • Exdirector del Instituto Nacional del Tabaco, con rango de sub-secretario de Estado.
  • Expresidente de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas (ANPA).

Pero su gestión comenzó a tener problemas. En el sector eléctrico se renegociaron los contratos de generación de energía eléctrica con el objetivo de abaratar los costos. Su buen funcionamiento dependía de la estabilidad económica, pero esta se fue perdiendo.

Desde mediados de 2003 se cernía una crisis financiera. La tasa del dólar comenzó una tendencia alcista, llegando a superar los RD$55 por US$1 en 2004, según registra el Banco Central.

La devaluación del peso y la tendencia alcista de la divisa se reflejó en el alza de los precios de los artículos de la canasta básica y de los combustibles.

El gobierno de Mejía también enfrentó una compleja crisis bancaria con la quiebra de tres entidades financieras. El presidente reconoció que en lo adelante habría que fortalecer los mecanismos de control y fiscalización a la banca y al sector financiero en general.

En 2003 el Gobierno llegó a un acuerdo Stand By con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando la deuda pública aumentaba. El presidente definió el acuerdo como “un camino lleno de piedras, clavos y de todo”. “Nos van a apretar”, aseguró.

Una continuación del acuerdo se solicitó al FMI en 2004, debido a que en 2003 no se cumplieron con algunas de las metas establecidas y el país solicitó dispensas por su incumplimiento. Analistas destacan que la adquisición de dos compañías de distribución de electricidad y la necesidad de proporcionar ayuda adicional a los bancos también contribuyeron a generar nuevas presiones fiscales.

La administración de Mejía también recibió fuertes críticas por el envío de 604 soldados y policías dominicanos a la guerra de Irak como parte de una misión de apoyo a los Estados Unidos en la contienda.

Mejía, quien era atacado por la oposición, llegó inclusive a decir que en el PRD había quienes apostaban al fracaso de su gobierno. Se quejó de que en el país lo estaban tratando como un “delincuente” y le habían entrado a “patadas limpias” dentro y fuera de su partido.

Ser presidente en este país es un primer peldaño para que le caigan a patadas limpias. Bueno, a mí me han caído a patadas limpias tanto interna como externamente, como si yo fuera un delincuente en el poder.

Hipólito Mejía, en 2013

Mejía se mantuvo defendiendo las figuras de los expresidentes, y llegó a apoyar que estos no sean molestados judicialmente al abandonar el poder, al rechazar “la desgracia de la persecución política”. Reveló que hubo funcionarios que lo instigaron para que encarcelara a los expresidentes Joaquín Balaguer y Fernández.

Ya en 2001, había retirado las acusaciones de desfalco al Estado hechas por el gobierno de Balaguer contra el expresidente Salvador Jorge Blanco, quien había sido declarado culpable y condenado a 20 años de cárcel, por supuestas compras irregulares en las Fuerzas Armadas.

En la búsqueda de volver

A pesar de las crisis en su gobierno, Mejía buscó reelegirse en 2004, pero el PRD y aliados alcanzaron el 33.65 % de los votos, y Fernández volvió al poder al conseguir el 57.11 %.

El nuevo Gobierno buscaba superar la crisis económica. “Al menos que sea mago o brujo, Leonel no podrá cumplir con su promesa, tendrá problema. El costo de la vida no es un juego de muñeca; el cocote del pollo, el pichirrí, se puede vender caro, pero no está en manos del presidente resolver ese problema. Que se cuide del petróleo”, dijo Mejía.

En el gobierno de Fernández, los exfuncionarios y dirigentes perredeístas Pedro Franco Badía y Fabio Ruiz fueron condenados a tres y cuatro años de prisión, respectivamente, y al pago de multas millonarias, por actos de corrupción a través del Plan Renove, durante la gestión de Mejía. Mediante dicho Plan se importaron vehículos para el transporte público de pasajeros y de cargas. El entonces procurador general, Francisco Domínguez Brito, estimó que el Estado sufrió un perjuicio de más de RD$1,000 millones en su ejecución.

Ya en mayo de 2004, cuando Mejía estaba en el final de su gestión, había advertido que no defendería a ningún funcionario que haya incurrido en actos de corrupción durante su mandato. “El que se equivocó, que se rasque con sus uñas”, dijo.

  • Imagen de 2009 donde se ve a Hipólito Mejía y a Luis Abinader formalizando su alianza para ir juntos a la Convención interna del PRD, enfrentando a Miguel Vargas. ( ARCHIVO)
  • Con el eslogan Llegó Papá, Hipólito Mejía se promovió para ser presidente nueva vez por el PRD. ( DIARIO LIBRE/LUIS GÓMEZ)
  • Imagen de 2009 donde se ve a Hipólito Mejía y a Luis Abinader formalizando su alianza para ir juntos a la Convención interna del PRD, enfrentando a Miguel Vargas. ( ARCHIVO)
  • Con el eslogan Llegó Papá, Hipólito Mejía se promovió para ser presidente nueva vez por el PRD. ( DIARIO LIBRE/LUIS GÓMEZ)

Mejía se postuló para la Presidencia de la República en 2012 y no lo logró por un estrecho margen. Consiguió el 46.95 % de los votos, frente al 51.21 % obtenido por el peledeísta Danilo Medina, quien se alzó con la Presidencia con un espaldarazo de los sufragios de los partidos aliados.

Para esos años, el PRD, partido del que Mejía fue su vicepresidente, estaba en una crisis interna. Una facción de la organización, de la que Mejía era líder, se marchó a la Alianza Social Dominicana (ASD). La entidad se reestructuró y el 16 de julio de 2014 solicitaron a la Junta Central Electoral modificar su nombre por el de Partido Revolucionario Mayoritario. Posteriormente, el nombre fijado fue Partido Revolucionario Moderno.

A pesar de que el PRM se trazó ser un ente de oposición al oficialismo, Mejía ha sido cuestionado por sus acercamientos al presidente Medina. En marzo de 2018 se les veía a ambos sonrientes en una fotografía tomada durante la inauguración del Centro de Convenciones y Cultura Dominicana en Santiago.

En 2017, Mejía apareció en un video divulgado en los medios en el que se defendía de alguna posible vinculación en el caso de los US$92 millones en sobornos que la constructora brasileña Odebrecht reconoció que pagó en la República Dominicana para ganar contratos públicos.

En marzo de ese año, cuando en el país se identificaban los nombres de los posibles investigados, retó a que se le demostraran “de manera cierta y veraz” que en el ejercicio de sus funciones públicas o actividades privadas, tanto él, su esposa, su hermana y sus cuatro hijos, cometieron algún acto de corrupción. De demostrarse, dijo que estaría en disposición de retirarse de la vida política y entregar su patrimonio al Estado.

Vea sus declaraciones al respecto en el siguiente video:

No era la primera vez que Mejía hablaba de alguna condición para retirarse. En marzo de 2014 lo planteaba como una posibilidad para dejarle espacio a las nuevas generaciones. Para las elecciones de 2016 apoyó la candidatura vicepresidencial de su hija Carolina Mejía por el PRM.

“No he pensado ni estoy pensando en ir en una boleta electoral del PRD ni de ningún partido, aunque en política no se descarta nada, pero por ahora lo que estoy es analizando en retirarme, porque no todo es permanente en la vida”, dijo en 2014. Pero no lo hizo. Para las elecciones de 2020 buscó ser el candidato oficial del PRM, sin embargo en las primarias del domingo Abinader lo venció.

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