La generación de los polímeros

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En la fila del supermercado, el cajero le dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente, la señora pide disculpas y explica: “Es que no había esta moda verde en mis tiempos”.

El empleado contesta: “Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente”. Tiene razón, le dice la señora: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos: en aquel entonces, usábamos bolsas de mandado, empaquetábamos en periódico, no había pañales desechables, bebíamos en vasos de cristal, las botellas de leche, refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser esterilizadas antes de llenarlas de nuevo…

Esta corta historia y sin firmar, que continúa con más ejemplos y que se hizo viral en redes sociales, es la perfecta entrada para el tema que investigadores de la Universidad de California, Georgia y de la Sea Education Association se dedicaron a estudiar.

Mediante la identificación y síntesis de datos dispersos sobre la producción, uso y gestión del final de vida de las resinas poliméricas, fibras sintéticas y aditivos, este grupo de investigadores presentaron en Science Advances, el estudio “Producción, uso y destino de todos los plásticos fabricados”, se trata del primer análisis global de todos los plásticos producidos en masa jamás fabricados.

Según las estimaciones de la investigación, en el mundo circulan alrededor de 8,300 millones de toneladas de plástico, los científicos indican que 6,300 millones de toneladas son desechos; de ellos, sólo 9% ha sido reciclado, 12% incinerado (por combustión o pirólisis, descomposición a altas temperaturas) y 79% se acumula en vertederos o en el medio ambiente. Previamente habían dado a conocer que cada año entre 5 y 13 millones de toneladas de basuras de plástico terminan en todos los océanos.
Hoy, un planeta sin plásticos es inimaginable, algunas generaciones incluso ya nacieron con esta tendencia y no les hace sentido que se puedan eliminar.

Estos polímeros hoy están presentes en todos los ámbitos y su producción parece que no se detendrá; sin embargo, este estudio pretende abonar a que se creen las bases de una gestión sostenible de los materiales y a hacer conciencia: “Nuestras estimaciones señalan la necesidad de pensar de manera crítica en los materiales que usamos y en nuestras prácticas de 
gestión de residuos”, aseguró Jenna Jambeck, coautora del estudio y profesora asociada de ingeniería de la Universidad de Georgia (EU).

Dimensionemos

Uno no sabe hasta que se entera. Para poder generar un verdadero razonamiento en la sociedad, los investigadores se dieron a la tarea de crear comparativos; de esta manera, hoy sabemos que todo este plástico equivaldría a 1,000 millones de elefantes, 80 millones de ballenas azules, 25,000 Empire State o 822,000 torres Eiffel, este es el peso que los humanos hemos fabricado desde el inicio de su producción masiva tras la Segunda Guerra Mundial.

Este trabajo además generó una estadística a futuro: “Si las tendencias continúan, unos 12,000 millones de toneladas de residuos plásticos se depositarán en vertederos o en el medio ambiente en el 2050”, se lee en la publicación. Para esa fecha, los investigadores prevén que los humanos habremos fabricado alrededor de 34,000 millones de toneladas de estos polímeros.

¿Cómo actuar sobre el tema?

Se sabe que el polímero del plástico tarda entre 100 y 1,000 años en degradarse, la eliminación de estos materiales sintéticos de la Tierra no es tarea fácil. “La única manera de evitar los 34,000 millones de toneladas para el 2050 es ralentizar el crecimiento de la producción de plásticos”, advirtió Roland Geyer, autor principal del trabajo e investigador en la Universidad de California en Santa Bárbara (EU) a través de la agencia Sinc.

Sin embargo, las mismas propiedades que hacen que los plásticos sean tan útiles en la vida cotidiana, como la durabilidad y practicidad, también los hacen difíciles de suprimir.

Los autores señalan que las medidas hasta el momento, han sido ineficaces, por ejemplo, “el reciclaje simplemente retrasa”; según los expertos, ninguno de estos usos son en realidad biodegradables, por lo que una vez que se tiran los plásticos no se descomponen, se acumulan. Por otro lado, “la incineración provoca efectos negativos para el medio ambiente y la salud”.

Hoy “el mayor uso de plásticos procede del embalaje”, agregó Geyer. Esta producción se aceleró cuando se cambiaron los envases reutilizables a plásticos de un solo uso. Como resultado, la proporción de plásticos en los residuos sólidos urbanos aumentó de 1% en 1960 a más de 10% en el 2005 en los países de ingresos medios y altos.

La mayoría de su producción ocurre en Europa, EU y China; la mitad de lo que ya se ha creado se ha producido en los últimos 13 años. “Esto se debe al gran crecimiento anual en su fabricación”, destacó el investigador. La producción mundial de plásticos ha aumentado de 2 millones de toneladas en 1950 a los casi 400 millones de toneladas en el 2015, superando la producción de cualquier otro material creado por el humano, a excepción del acero y el cemento.

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