La historia del trasplante de rostro que le dio una segunda oportunidad a una joven que intentó suicidarse

A los 18 años Katie Stubblefield llevó una escopeta a su mentón y disparó. En lugar de morir, perdió la cara. Tres años más tarde se convirtió en la paciente más joven que recibió un rostro nuevo. National Geographic documentó todo el proceso

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A los 21 años, luego de haber sobrevivido tres sin nariz, con la vista dañada y aquejada de pérdida motriz por el traumatismo cerebral que sufrió al intentar suicidarse de un disparo de escopeta a la cabeza, Katie Stubblefield se convirtió en la paciente más joven que recibió un trasplante de cara. Una operación de 31 horas en la Clínica Cleveland, de Ohio, en la que trabajaron 11 cirujanos y numerosos especialistas, Katie recuperó «la que quizá sea la parte más distintiva de nuestro cuerpo y la naturaleza misma de la identidad humana», según sintetizó National Geographic, que dedicó su nueva tapa a su historia: un rostro.

Katie Stubblefield meses antes de su intento de suicidio. Ahora, con su nueva cara transplantada. (Familia Stubblefield y Martin Schoeller/National Geographic)

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