Las maniobras de Puerto Rico para evitar un desastre fiscal en año nuevo

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Son muchos los que piensan que en el primer día de 2016, el gobierno del territorio estadounidense no pagará los US$957 millones en intereses a sus acreedores que se vencen en esa fecha.
Cómo Puerto Rico busca evitar la catástrofe fiscal
Por lo que las autoridades en San Juan, y cada vez más en Washington, están acelerando la búsqueda de soluciones al inminente colapso financiero.
La gigantesca deuda fiscal de Puerto Rico, que totaliza US$72.000 millones, está causando graves dificultades en la economía de la isla.
Sueldos públicos
Algunos dicen que parte de la culpa del problema radica en el inusual estatus de Puerto Rico, a medio camino entre ser independiente e integrarse definitivamente a Estados Unidos.
Por esa razón, la legislación estadounidense no le permite a Puerto Rico declarar la bancarrota para obtener así protección legal frente a sus acreedores, como sí lo pueden hacer los demás estados y municipios de la nación cuando se ven en problemas fiscales.

Por lo que muchos consideran que el «default» en Puerto Rico es inevitable.

Se desatarían entonces una serie de disputas legales entre las autoridades de San Juan y sus acreedores, generalmente inversionistas privados estadounidenses, «argumentando la inconstitucionalidad de la medida», como advertía Robert Donahue, analista de la firma financiera estadounidense Municipal Market Analytics, en declaraciones a BBC Mundo en julio pasado.
¿Qué culpa tiene Washington en la crisis económica de Puerto Rico?
En ese escenario, las autoridades puertorriqueñas, que a lo largo de 2015 tuvieron que aumentar impuestos a sus ciudadanos para intentar mantenerse a flote, tendrían aún mayores dificultades para pagar los sueldos de sus empleados y cumplir sus obligaciones corrientes para la prestación de servicios públicos. Sin mencionar siquiera las explosivas deudas con el sector financiero.
O ahora o en mayo
El gobernador de la isla, Alejandro García Padilla, ha sido claro. O Puerto Rico hace «default» en el próximo pago de enero o lo hará en el siguiente pago en mayo, le dijo a los medios el miércoles pasado.
Simplemente no tiene el dinero para cubrir todas las obligaciones, asegura el mandatario.
En el entretanto, el Congreso de Estados Unidos dedicó momentos en sus últimas sesiones del año para discutir posibles soluciones a la crisis.
Un esfuerzo aparentemente frustrado, pues hasta el viernes no se vislumbraba en la legislatura federal un acuerdo concreto para ayudar a la isla.
En cualquier caso, uno de los resultados del colapso económico ha sido aumentar la importancia política de Puerto Rico en Estados Unidos.
Entre otras razones, porque decenas de miles de sus residentes se han mudado a Florida, en Estados Unidos, país de donde son ciudadanos y automáticamente tienen derecho a votar.
Políticos de todas las vertientes creen que los puertorriqueños desplazados por la crisis a Florida jugarán un papel importante en los comicios presidenciales de 2016, precisamente en uno de los estados más competidos electoralmente.
Por lo que las discusiones en torno al descalabro puertorriqueño han venido ganando peso en los círculos de poder de Washington. Pues estos ciudadanos recién salidos de la isla podrían inclinar su voto hacia el candidato estadounidense que ofrezca soluciones para el territorio en donde todavía viven muchos de sus familiares.
El masivo éxodo de puertorriqueños a Florida¿Cambio de última hora?

El gobernador García Padilla ha venido presionando al Congreso federal para que apruebe un cambio a la legislación que permita a Puerto Rico acogerse al régimen legal de protección de bancarrotas.
Una medida que cuenta con el apoyo de muchos legisladores demócratas.
Pero otros congresistas republicanos insisten en que se deben atacar otras «causas de fondo» de la crisis, incluyendo la ineficiencia y gasto excesivo que muchos ven en el sector público puertorriqueño.Todo parece indicar que la ayuda de Washington, sea cual sea, no llegará antes del 1 de enero.

El gobernador también ha dicho que algunos de sus acreedores en el sector financiero hacen lobby para evitar que se le conceda alivio a Puerto Rico con la deuda.

Entre tanto, millones de puertorriqueños observan con creciente preocupación cómo se va acercando la fecha del año nuevo, sin que aparezca la solución para evitar que la llegada de 2016 inaugure una nueva pesadilla fiscal para la isla.

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