Las mujeres sí juegan pero no quieren ser ‘gamers’

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Videojugadores juegan 'League of Legends' en Boston, en 2012

Como los hombres, cerca de la mitad de las mujeres juegan videojuegos. Pero es mucho más probable que sea un hombre el que se haga llamar gamer.

El 48 por ciento de las mujeres juegan videojuegos, muy cerca del 50 por ciento de los hombres que lo hacen, según una encuesta del Pew Research Center. Pero la información indica que la definición de gamer le pareció mucho menos atractiva a las mujeres. Solo el 6 por ciento adoptó esa etiqueta frente al 15 por ciento de hombres que lo hicieron.

Los expertos en videojuegos han dicho que no les sorprende que las mujeres eviten una asociación con la cultura del videojuego, puesto que la comunidad de jugadores acérrimos se ha identificado cada vez más con actitudes sexistas entre sus miembros más extremistas.

“La etiqueta de gamer no solo se trata de ser nerd”, afirma Rosalind Wiseman, una autora que ha estudiado las actitudes de las personas jóvenes a la hora de jugar. “Desafortunadamente, ha pasado a tener una connotación muy negativa, pues también puede referirse a gente que simplemente está muy enojada y es intolerante a otras personas.

Agregó que esa reputación “en realidad, no es representativa de muchas de las personas que juegan videojuegos”.

El estigma ganó relevancia el año pasado por el “GamerGate”, una campaña cibernética para desacreditar a los críticos del sexismo en los videojuegos y su cultura. Mientras el acoso se convirtió en amenazas de violencia y violaciones, la controversia atrajo la atención de los medios y generó debates en torno al aumento de la misoginia en los videojuegos.

Otros códigos no escritos acerca de qué califica a una persona para ser miembro de la comunidad de los videojuegos han ayudado a subir los estándares para cumplir con los requisitos de un gamer: jugar casualmente, por ejemplo, no cuenta; debes jugar videojuegos que sean lo suficientemente elaborados, estratégicos y difíciles.

Jamin Warren, fundador de Kill Screen, una compañía dedicada a las expresiones artísticas y la cultura del videojuego, comenta que la razón por la cual muchos jugadores acérrimos se aferran a una definición restrictiva de la palabra puede explicarse mediante “el típico favoritismo excluyente de las comunidades”.

Al mismo tiempo que los videojuegos se han vuelto parte de la cultura masiva en años recientes, “la forma en que se protege el término solo ha aumentado”, señala Warren.

Wiseman, quien ha estudiado las costumbres de los jugadores de videojuegos entre personas que cursan la educación secundaria y preparatoria, subraya que las chicas enfrentan un mayor escrutinio de sus habilidades en los videojuegos. Ellas han relatado experiencias horrorosas acerca de juegos multijugador en línea donde los participantes se comunican mediante auriculares. Cuando la voz de una chica aparece, la reacción de los otros jugadores a menudo sigue cierto patrón.

“Les dicen que son prostitutas, gordas, feas o malas jugadoras”, comentó.

Como resultado, las chicas cuando juegan a menudo ponen sus micrófonos en silencio.

Algunos miembros de la comunidad de los videojuegos han propuesto un cambio en el significado de gamer para que este sea parecido a la palabra cinéfilo: una persona que posee un conocimiento y apreciación profundos acerca del medio. Otros han argumentado que la definición debe ser más amplia y, en particular, debería reflejar la diversidad de las personas que juegan.

“Los grupos marginados siempre se han involucrado con los videojuegos”, escribe en un correo electrónico Kishonna Gray, directora del Critical Gaming Lab en la Eastern Kentucky University. “Solo que la cultura del videojuego no los ha reconocido todavía y no se les ha prestado atención”.

La encuesta del centro Pew, que fue realizada el verano pasado mediante una muestra de cerca de 2000 adultos, halló que los hombres jóvenes juegan mucho más que otros grupos: el 77 por ciento de hombres de 18 a 29 años de edad, mientras que las mujeres jóvenes conforman el 57 por ciento.
Pero con los estadounidenses mayores, el patrón se invierte: es más probable que las mujeres de más de 50 años jueguen videojuegos, pues el 38 por ciento dijeron ser jugadoras, en contraste con el 29 por ciento de los hombres.

La mayor parte de la sociedad parece todavía tomar con recelo los beneficios de los videojuegos. El 40 por ciento de los encuestados dijeron que quienes juegan videojuegos violentos son más propensos a ser violentos, mientras que el 26 por ciento dijo que los videojuegos simplemente son una pérdida de tiempo.

La encuesta no distinguió entre quienes juegan en consolas, en PC, en juegos en línea o en el móvil.

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