Los artistas del tatuaje sobreviven al Covid-19

Dato curioso. La cantidad de personas interesadas en tintarse la piel ha aumentado, coinciden Evelyn Patrocinio y Wilmer Lluberes.

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Al igual que otros empresarios, pro­pietarios de centros de tatuajes viven la incertidumbre de ver tambalear su economía. Te­ner que cerrar sus puertas pa­ra evitar la propagación del Co­ronavirus los llevó a pensar en otras opciones para no terminar en la quiebra.

Sin embargo, al reiniciar sus operaciones el panorama no se ha tornado tan gris como presa­giaban. En medio de la crisis que arropa a todos los sectores pro­ductivos del país, profesionales del área cuentan que se mantie­nen firmes trabajando.

Evelyn Patrocinio, adminis­tradora de KockoTattoos Studio, sostiene que en República Domi­nicana como en Europa, el ne­gocio no ha sentido la baja por la pandemia. “En nuestro caso par­ticular, debido al flujo de perso­nas que estamos recibiendo, en vez de reducir el personal tuvi­mos que contratar una persona para que se encargue de vigilar el cumplimiento de las medidas de higiene”.

Confianza y seguridad
En referencia al protocolo de bioseguridad, la ejecutiva del centro dice que solo reciben clien­tes por cita y sin acompañantes para respetar el distanciamiento físico.

Patrocinio explica que pa­ra mayor tranquilidad entre los clientes y los artistas, cada área del centro es sometida a un pro­ceso de higienización antes de iniciar la jornada laboral. “Tam­bién se realiza una rutina de des­infección general electrostática a nivel hospitalario, y por supues­to el uso de mascarilla y guantes”.

Para Wilmer Lluberes el pa­norama es similar. El joven es un artista que ofrece sus servi­cios a domicilio y sigue traba­jando de forma habitual con un buen número de clientes y bajo el cumplimiento de las medidas establecidas por las entidades de salud para evitar el contagio del Covid-19.

¿Algún cliente ha pedido tatuajes con imagen del coronavirus?
Evelyn Patrocinio responde que aún no, pero en caso que al­guien lo solicite tiene el cono­cimiento para hacerlo. El costo varía. “Una de las principales ra­zones por las que una persona decide hacerse un tatuaje es para recordar una etapa o una perso­na especial, no creo que alguien se anime, pero aquí estaremos. Pintarse la piel tiene un valor que va desde dos mil pesos en adelan­te, dependiendo del diseño y ta­maño o de lo que busque el clien­te”, concluye .

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