El gobierno británico anunció que los sobrevivientes de la tragedia ocurrida en el barrio de North Kensinton, al oeste de Londres, serán reubicados en 68 apartamentos de uno y dos dormitorios en el corazón de High Street Kensington, una de las zonas más pudientes de la capital.
Las familias que residían en el inmueble siniestrado se quedaron sin hogar, simplemente con lo puesto tras lograr escapar, cuando la torre de 24 plantas y 120 pisos ardió en su totalidad, sin que se conozca aún qué fue lo que originó el fuego.
El anuncio llega en medio de las críticas procedentes de diversos sectores a la respuesta dada por el Ejecutivo de la primera ministra, Theresa May, a la tragedia.
Al margen de la investigación policial sobre el incendio, la premier ordenó que se lleve a cabo una pesquisa judicial sobre lo sucedido.
Por el momento se sabe que el material empleado en el revestimiento del edificio, denominado polietileno, está prohibido en Europa y en el Reino Unido.