Más medioambiental y social, los cambios que provocará el COVID-19 sobre el turismo

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La pandemia de COVID-19 no solo impactó el modo de vida de una gran parte de la población mundial, sino que también provocará modificaciones al momento de que éstas elijan sus destinos para vacacionar, con cambios desde el tipo de alojamiento hasta las zonas para hacer turismo.

El turismo clásico, que existía previo a la llegada de la enfermedad, y el que vendrá en lo adelante son diferentes, donde el aspecto ambiental y social “van a jugar un rol mucho más grande que la discoteca, los espectáculos de baile o las clases de merengue”.

Así lo afirmó el empresario turístico Frank Rainieri, quien adelantó que otros de los cambios que sufrirá la actividad turística dominicana, por parte de los visitantes, es la selección de destinos de baja densidad y altura.

“El turista ahora no quiere hablar de grandes edificios, donde deba tomar ascensores, quiere estar cerca de la naturaleza y de baja densidad y contamos con la infraestructura para eso, diferente a otros destinos”, explicó Rainieri.

En ese sentido, destacó que los destinos dominicanos son los de mayor cantidad de hoteles de baja densidad, resaltando a Samaná, Bayahibe y Punta Cana, como parte de esas demarcaciones.

Asimismo, el expresidente de Grupo Puntacana citó las variaciones en el flujo de turistas como otro de los cambios que vivirá la industria postpandemia, especificando que los países del sudeste asiático serán los más perjudicados, una situación que pudiera beneficiar a la región de Centroamérica y el Caribe.

“Lo bueno que tiene la República Dominicana y su industria turística es que vivimos cambiando. Hemos sido capaces de adaptarnos. Cuando comencé (en la actividad) era el mercado norteamericano y el desayuno incluido, de ahí nos fuimos al mercado europeo, cambiamos al ‘todo incluido’”, señaló.

En cuanto a las perspectivas de viaje por ocio, el empresario hotelero aseguró que en 2022 el turismo dominicano logrará los números de 2018, en cuanto a la llegada de visitantes, el mejor año para esa actividad en el país.

“Las perspectivas del turismo para los próximos meses son extraordinarias, el deseo de viajar en el ser humano se ha incrementado enormemente. En otras palabras, el turismo no será cíclico, el ser humano, ahora que tuvo que encerrarse, que le impusieron limitaciones en su posibilidad de viajar, ahora eso tiene mucho más avidez”, precisó.

Reveló que en las encuestas que se han hecho en los últimos 12 meses una de las primeras cosas que los encuestados dicen querer hacer es viajar.

Frank Rainieri, quien habló como panel “Perspectivas económicas para América Latina y el Caribe”, desarrollado dentro del encuentro regional “Desafíos económicos y geopolíticos en América Latina y el Caribe”, dijo que los países de la región necesitan trabajar en conjunto para impulsar el turismo.

Agregó que las naciones del área que compiten en materia turística deben dejar de verse como competencia y salir juntos a conquistar los mercados emisores.

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