Miel, lúpulo y otros remedios naturales que combaten bacterias

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Tal vez nuestros antepasados no estuvieran tan equivocados..

El té, la cerveza, la miel y las esponjas marinas tienen mucho más en común de lo que podría parecer.

Todos ellos son productos naturales que, según científicos de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, tienen capacidades para atacar a las bacterias que nos causan infecciones.

Su uso no es nuevo: hace décadas que se utilizan para este propósito.

Pero debido a la creciente tendencia de la resistencia a los antibióticos, muchos especialistas encuentran necesario buscar opciones alternativas para combatir los patógenos peligrosos.

«Gran parte de lo que hacemos se basa en la ciencia y en nueva tecnología, perohay mucho que aprender de la historia», le contó a la BBC el profesor Les Baillie, de la Facultad de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Cardiff.

¿Cómo pueden los remedios naturales ayudarnos a combatir las infecciones y cuál es su uso hoy en día?

1. La miel, antibiótico natural

Pocos remedios naturales tienen un uso tradicional tan longevo como la miel.

«La miel se utilizó durante miles de años para tratar heridas y, de hecho, todavía se usa en hospitales para tratar a pacientes con infecciones que no responden a los antibióticos», explicó Les Baillie.

Panal de abejas
La miel se utiliza como antibiótico desde hace miles de años.

La Universidad Cardiff se valió del producto de las abejas, en su búsqueda de nuevos fármacos antibacterianos.

Tras probar cientos de muestras enviadas por apicultores de toda la región, el equipo halló un tipo de miel en un pueblo galés llamado Twywyn con la misma potencia antibacteriana que la famosa miel de Manuka de Nueva Zelanda.

De acuerdo con Les Baillie, la investigación en climas más exóticos, como el Amazonas, podría permitir un nuevo enfoque en la investigación de «plantas exóticas que permitan curar enfermedades».

2. El lúpulo de la cerveza

Lúpulo
El lúpulo se utiliza como componente aromatizante de la cerveza.

Fue ese espíritu investigador lo que llevó al científico James Blaxland a visitar cervecerías locales en busca de agentes antibacterianos.

Blaxland investiga cómo el lúpulo, uno de los ingredientes principales de la cerveza, puede utilizarse para combatir patógenos.

«El lúpulo se utiliza desde hace cientos de años como aditivo aromatizante de la cerveza», le dijo Blaxland a la BBC.

A principios del siglo XVIII esos lúpulos que se agregaban a la cerveza evitaban que esta se estropeara, por eso la gente comenzó a plantearse que tal vez podría tener efectos antibacterianos», agregó el científico.

«Hemos ido más allá en los últimos cinco años y hemos analizado más de 50 muestras diferentes de todo el mundo».

¿Tiene el lúpulo de la cerveza propiedades antimicrobianas?
¿Tiene el lúpulo de la cerveza propiedades antimicrobianas?

Blaxland está buscando componentes derivados que puedan ser efectivos en la lucha contra infecciones virulentas, como el estafilococo resistente a la meticilina (SARM), o soluciones al «gran problema» de la tuberculosis bovina.

3. Un té que mata bacterias

Pero hay otra bebida, igualmente popular en las islas británicas, con propiedades antimicrobianas: el té.

«Podría sorprender la cantidad de gente que sabe que el té contiene unos compuestos llamados polifenoles que matan bacterias», explicó Les Baillie.

En colaboración con la Universidad de Aberystwyth, los investigadores de Cardiff trabajaron en el desarrollo de un té para tratar la Clostridium Difficile(o C. Difficile), un tipo de bacteria que vive en los intestinos de muchas personas y que, si crece de forma descontrolada, puede provocar infecciones.

Algunos componentes del té se están utilizando para combatir una bacteria intestinal.
Algunos componentes del té se están utilizando para tratar de combatir una bacteria intestinal.

De acuerdo con Les Baillie, esta bacteria es susceptible a ciertos polifenoles que se encuentran en el té.

«Teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad intestinal y que bebemos té, que va hacia nuestros intestinos, nos llamó la atención la idea de poder hacer un ‘súper té’ que sea lo suficientemente alto en polifenoles como para matar la C. Difficile», dijo el científico.

En la búsqueda de ese «súper té», los científicos analizaron muestras de 37 plantaciones en todo el mundo, en colaboración con una compañía de té.

«Pudimos demostrar que el té verde del este de Kenia es el más efectivo», explicó Les Baillie.

4. Esponjas marinas

Pero los científicos no tuvieron que irse tan lejos para hallar otra posible fuente antimicrobiana; las esponjas marinas de la costa galesa de Swansea, también pueden combatir las bacterias.

Alex White
Alex White dice que las esponjas marinas ya se utilizaron como fuente de medicamentos.

Las esponjas marinas ya se utilizaron como «productos farmacéuticos» hace algunos años.

En la década de 1950, una especie del Caribe proporcionó la base para el medicamento contra el cáncer Cytarabine.

«Estos organismos en zonas templadas se han adaptado a condiciones más difíciles. Eso significa que algunas moléculas pueden obtener cierta ventaja competitiva», dijo Alex White, de la Universidad de Cardiff.

Y así fue cómo las esponjas se convirtieron en expertas en la creación de «potentes moléculas», efectivas para matar células.

«Estamos en los albores de nuestra investigación pero hemos sido capaces de encontrar varias moléculas antibacterianas y ponerlas a prueba frente a agentes existentes», dijo White.

Pero será necesario continuar investigando para comprobar la efectividad de estos productos naturales, tal y como apunta Les Baillie:

«Aunque algunos remedios antiguos bien pudieran haber sido patrañas o pociones milagrosas, es probable que, a lo largo de miles de años, nuestros antepasados descubrieran algo que realmente funcionaba», dijo el científico.

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