«Odebrecht está en negociaciones tempranas para vender su constructora, una de las joyas de la corona, a un grupo chino«, adelantó Mauricio Lima en la sección Radar On-Line de Veja. Sin embargo, la publicación no detalla qué compañía está detrás de la constructora brasileña.
La empresa es protagonista del mayor escándalo de corrupción de Brasil, el Lava Jato, un millonario esquema de sobornos con eje en la petrolera estatal Petrobras.
En la trama, las mayores constructoras del país, entre las que se destacó Odebrecht, entregaban sobornos a los directivos de la empresa y a políticos para asegurar la concesión de los contratos con el Estado. Los proyectos tenían precios inflados (cercanos al 3% de las millonarias obras) para costear estos pagos irregulares, que luego entraban a los partidos como financiamiento electoral.
Según cálculos del propio Tribunal Supremo, a partir de lo narrado por los ex directivos de la constructora, sólo esa compañía distribuyó sobornos por un valor cercano a 450 millones de reales (unos 140 millones de dólares).
Marcelo Odebrecht, ex titular de la constructora homónima, es la figura empresaria de mayor renombre en caer tras las rejas, condenado a 19 años de prisión.
El esquema de delación premiada en Brasil, que otorga beneficios a los involucrados que apunten contra superiores y aporten pruebas, ha sido clave en el avance de los juicios. En diciembre pasado, 77 ejecutivos de Odebrecht llegaron a acuerdos con la fiscalía brasileña, en una colaboración conocida como «la delación del fin del mundo». En el caso más reciente de estos arrepentidos, el presidente Michel Temer quedó envuelto en un pago de soborno para silenciar a un testigo.