Referente de la estabilidad

Por Manuel Fermín

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Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central.

Tengo la convicción, a lo mejor indemostrable, que los inversionistas extranjeros antes de traer el capital de inversión al país lo primero que indagan es si Valdez sigue en el cargo de gobernador del Banco Central.

Mi opinión contrasta con la de algunos críticos con una visión más política por su condición de opositores al Gobierno, sin embargo, no podrían negarle todos los reconocimientos que él ha recibido con humildad y elegancia de varios centros especializados internacionales que le acreditan su personalidad.

Abrumar, con cifras, para confirmar el aserto, no es prudente, pero me permitiré citar algunas distinciones: “Global Finance Central Banker Report Card Grado A” de la revista Global Finance, otorgado sólo a cuatro gobernadores o presidentes de bancos centrales de A L C; “Gobernador del año para la región del Caribe”, otorgado por la revista Global Markets. Global Finance ha entregado el galardón sólo a 12 gobernadores de los 189 países miembros del FMI que han recibido el Grado A; asimismo ya anteriormente en el 2006 fue seleccionado “Gobernador del año” para la región ALC por la revista The Banker.

Al conocer de estas justas noticias no pude sino sentirme animado de lo habitual que es desde hace tiempo que las revistas especializadas y personalidades como Joseph Giarraputo, director de Global Finance, envíen mensajes certeros a la comunidad internacional de que la República Dominicana se ha hecho con un nombre en el mundo de las finanzas públicas.

Ha ocurrido con Héctor Valdez, que se ha dado a conocer como un funcionario sostenible, limpio de comportamiento, portavoz de las garantías jurídicas en materia económica que reclaman los inversores, y estandarte de la eficiencia administrativa.  Y la verdad que la obra está ahí, no son expectativas. Se aprecia el carácter predecible e incluso transparente. Nada de amaño.

Su experiencia vital y profesional para mejorar la economía en varios gobiernos (Balaguer, Leonel Fernández y Danilo Medina) está recompensada con la responsabilidad compartida con este liderazgo político en pro del bienestar de la gente; promoviendo el desarrollo integral como vía capaz de remediar los desequilibrios sociales. No ha sido una labor de reclamar y buscar un estatus privilegiado como piensan algunos desorejados y desenfadados críticos, la permanente estabilidad macroeconómica, sino, al mismo tiempo, evitar la instrumentalización de decisiones políticas de individuos y grupos de presión que sólo busca hacer valer sus intereses particulares.

Este sistema de gestión refuerza moralmente al Gobierno y mejora al modelo de valoración de las personas. ¿Cómo apreciamos los resultados?, simplemente la tranquilidad social; la plaza pública y/o la calle no tienen un estímulo significativo frente a una situación de acoso por decisiones de políticas económicas erradas. Véase como en Haití, Venezuela y Nicaragua están adquiriendo niveles escalofriantes, ya que están viviendo los peligros más graves de conducción del Estado.

La perspectiva actual de la República Dominicana con el PIB, las metas de inflación, la mínima variación de la tasa de cambio y las reservas de divisas registradas durante el primer semestre del año es más acentuada que las predicciones más optimistas.  Ese tono, por tanto, en el análisis de la economía certifica que habrá margen para la expansión.

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