Surge una nueva teoría sobre la finalidad de los orgasmos femeninos

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¿Para qué sirven los orgasmos? En el caso de los hombres, la respuesta es simple: están íntimamente ligados a la reproducción. En cambio, para las mujeres es mucho más complicado. Hasta el punto de que el tema es objeto de múltiples debates y de numerosos estudios científicos. Algunos consideran que no tiene ningún interés biológico, mientras que otros sostienen que tiene una función que todavía no se ha descubierto.

Diana Fleischman pertenece a esta última categoría. Según la psicóloga de la Universidad inglesa de Portsmouth, el orgasmo femenino daría a los hombres un tipo de influencia para conservar su pareja, tal y como recogía Quartz el 18 de diciembre. En la revista científica Socioaffective Neuroscience and Psychology, la investigadora aporta información sobre el funcionamiento del disfrute sexual de las mujeres y extrae de ahí una teoría.

Si vas echando dinero a una máquina de monedas y obtienes cada vez un poco de dinero, no te entrarán tantas ganas de tirar de la palanca que si obtienes mucho dinero pero a intervalos irregulares.

Fleischman apunta que, como el orgasmo femenino no es automático, crea un tipo de dependencia. «Si vas echando dinero a una máquina de monedas y obtienes cada vez un poco de dinero», no te entrarán tantas ganas de tirar de la palanca que si «obtienes mucho dinero pero a intervalos irregulares», señala en una metáfora a modo de explicación para Quartz.

En definitiva, el hecho de que el orgasmo femenino no sea automático lo hace más fuerte y deseable. Las mujeres tendrían, por tanto, tendencia a volver con los hombres que sean más susceptibles de provocarles ese éxtasis. Un hombre con buenas competencias sería capaz de atraer de nuevo a una mujer, creando así un vínculo social más fuerte, útil para ser futuros padres, por ejemplo.

En un comunicado de la Universidad de Portsmouth, Diana Fleischman considera que el refuerzo positivo por medio de la recompensa es más eficaz para moldear comportamientos que un castigo. De este modo, una pareja que consiga hacer llegar al orgasmo a una mujer se convierte en una recompensa, lo que le da una cierta influencia.

¿El orgasmo debe realmente alcanzar un fin?

Esta teoría se basa en numerosos estudios anteriores que analizan el comportamiento y el orgasmo femenino, pero sólo es una teoría. Y, evidentemente, está sujeta a debate. Diana Fleischman está segura de que el orgasmo femenino (porque existe) debe tener un objetivo, pero no todos comparten su opinión.

El orgasmo femenino podría ser un tipo de reliquia de un pasado muy lejano.

El pasado agosto, El HuffPost contaba que, tras analizar a numerosos mamíferos, varios investigadores habían deducido que el orgasmo femenino era un remanente de un tiempo pasado. Estos autores piensan que originariamente, hace más de 75 millones de años, todas las hembras mamíferas tenían una ovulación provocada por el macho, es decir, por el orgasmo.

Luego, los primeros roedores y primates evolucionaron hacia una ovulación cíclica, de modo que ese orgasmo, esa liberación de hormonas de forma refleja, ya no tenía interés biológico. Por tanto, sería un tipo de reliquia de un pasado muy lejano, nada más.

La revista Quartz entrevistó a Mihaela Pavličev, coautora del estudio, para comentar la teoría de Diana Fleischman. «Creo que hay una pregunta a la que se debería responder primero: ¿el orgasmo tiene una función?», plantea la especialista.

Para Pavličev, el problema es que esta teoría supone que el orgasmo sirve para crear un vínculo entre dos progenitores, lo cual facilitaría la reproducción y la supervivencia de la especie, de acuerdo con la teoría de la evolución. No obstante, «es más fácil tener un orgasmo mediante la masturbación o a través de una relación homosexual con otra mujer», señala.

En las conclusiones de su artículo, Diana Fleischman aclara que sus ideas «se tienen que explorar e investigar más» con estudios precisos. Y da una de las pistas que seguir: hasta qué punto el placer sexual refuerza el vínculo emocional entre dos personas del mismo sexo.

 

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