Una colección excepcional de whiskys podría venderse por 10 millones de dólares en una subasta

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Durante más de dos décadas, Richard Gooding recorrió el mundo en busca de sus whiskies favoritos. El próximo año, se venderá en dos subastas su colección de más de 3900 botellas, la cual incluye variedades poco comunes de destilerías históricas como Macallan, Bowmore y Stromness.

Whisky Auctioneer, un subastador en línea con sede en Escocia, anunció la venta el 9 de diciembre y espera que la colección se venda por más de 10 millones de dólares.

Gooding, un empresario de Colorado, fue varias veces a Irlanda y Escocia, donde asistió a subastas y compró los whiskys directamente en las destilerías, de acuerdo con un video sobre la colección.

Además de comprar añadas poco comunes, también adquirió whiskys de producción especial para catarlos con sus amigos.

Gooding, quien murió en 2014, fue descendiente de un imperio de distribución y embotellado; su abuelo abrió la embotelladora Pepsi Cola Bottling Co. de Denver en 1936. El más joven de los Gooding heredó la empresa de su padre y tomó las riendas como propietario y director ejecutivo de 1979 a 1988, de acuerdo con su obituario.

En 1988, le vendió la empresa a PepsiCo y pasó el resto de su vida como filántropo y coleccionista de whiskys.

Su colección cuenta con variedades muy raras, como un Macallan Valerio Adami 1926 de 60 años de antigüedad. Solo 12 botellas de este whisky escocés puro de malta llevan la etiqueta creada por el artista pop Valerio Adami. El año pasado, una botella de esa destilería escocesa se vendió por 1,1 millones de dólares en una subasta.

La colección de Gooding también incluye una botella de Macallan Fine & Rare de 1926. Una similar se vendió en octubre por 1,9 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s en Londres, un precio récord, según informó el sitio web de la revista The Spirits Business.

“Macallan, como destilería, es la más coleccionable”, dijo Jeffery Lindenmuth, editor de Whisky Advocate, una revista para el consumidor que se enfoca en noticias de la industria y catas. “Siempre rompe récords en las subastas”.

Gooding tenía gustos eclécticos, pues le interesaba la aviación, el diseño de embarcaciones, la arquitectura, la gastronomía, los viajes y la moda, según dice su obituario. Estaba obsesionado con los trajes a la medida, que usaba con corbatas de Leonard, un diseñador de ropa parisino conocido por sus estampados de colores llamativos. Pero, sobre todo, amaba el whisky.

Hasta hace poco, la colección estuvo almacenada en el “pub” de Gooding, una habitación en su casa diseñada para exhibir las botellas.

“Su misión era coleccionar una botella que representara a cada destilería”, explicó su esposa, Nancy Gooding, en una declaración. “Le encantaban todos los aspectos del proceso, desde investigar sobre las tantas destilerías de whiskys puros de malta que existen hasta visitarlas y catar sus whiskys”.

Entre las botellas que se venderán en las dos subastas en febrero y abril se encuentran algunas de destilerías escocesas que ya no están abiertas, como Stromness Distillery, que cerró en la década de 1920, y Dallas Dhu, que dejó de operar en 1983 y ahora es un museo. Gooding también coleccionó whiskys de Estados Unidos, Irlanda y Japón.

En años recientes, los coleccionistas han hecho que los precios aumenten, en particular para los wiskis elaborados en Escocia y Japón. Lindenmuth dijo que, por lo general, los whiskys estadounidenses poco comunes se venden solo por miles de dólares en las subastas, mientras que los escoceses y japoneses pueden alcanzar precios de hasta un millón de dólares o más.

“Al parecer, no hay rival que se les compare”, comentó.

Lindenmuth dijo que las botellas vendidas a los precios más elevados en las subastas rara vez se compran para beberse.

“Terminarán en manos de otro coleccionista”, afirmó. “La gente las compra por especulación, para presumirlas o porque quieren completar una colección”.

Cabe señalar que la colección será vendida por un rematador advenedizo de internet en lugar de que lo haga Sotheby’s, una entidad dominante en el negocio de subastas de whisky.

En las subastas de whisky, los compradores pagan una prima con base en el precio de venta del artículo. Por ejemplo, en Sotheby’s, los compradores pagan una prima del 21 por ciento, dijo Lindenmuth. Por el contrario, la prima en Whisky Auctioneer es del 10 por ciento.

“Es una jugada astuta por parte del vendedor”, admitió.

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