Con los alimentos que se pierden en América Latina se podría alimentar al 37 % de la población que sufre hambre en todo el mundo, advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la región se pierden o desperdician hasta 348.000 toneladas de alimentos al día, cifra que tendrá que ser reducida a la mitad en los próximos catorce años si la región quiere alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), señaló hoy la FAO.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 objetivos y 169 metas destinadas a resolver los problemas sociales, económicos y ambientales que aquejan al mundo, cubriendo los próximos 15 años (2015-2030).
Los ODS -adoptados por 193 países en la cumbre celebrada en septiembre del año pasado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York- sustituyen a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que expiran este año.
Uno de estos objetivos consiste precisamente en reducir a la mitad -para 2030- el desperdicio mundial de alimentos per capita tanto en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, como en las cadenas de producción y distribución.
Al respecto, la FAO señala que 36 millones de personas en América Latina podrían cubrir sus necesidades calóricas sólo con los alimentos perdidos en los puntos de venta directa a consumidores.
Esto representa un poco más de la población de Perú y más que todas las personas que sufren hambre en la región.
La FAO y otras agencias de Naciones Unidas están elaborando un documento llamado Índice Global de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos que será clave para que los países cuantifiquen sus pérdidas y definan estrategias para lograr el citado Objetivo de Desarrollo Sostenible.
Un total de 127 millones de toneladas de alimentos (223 kilos por habitante) es el monto anual de pérdidas y desperdicios en América Latina.
Estos alimentos serían suficientes para satisfacer las necesidades alimenticias de 300 millones de personas, lo que representa el 37 % de las personas que sufren hambre en todo el mundo, indicó la FAO, que subrayó que la región ya está trabajando para revertir esta situación.
Con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, durante 2015 los gobiernos de América Latina establecieron una red de expertos, una estrategia regional y una alianza regional para la prevención y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos.
En Costa Rica y República Dominicana se crearon Comités Nacionales dedicados al tema, y Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, San Vicente y las Granadinas y Uruguay están discutiendo iniciativas similares.
La lucha contra el desperdicio alimentario también es parte del principal acuerdo de lucha contra el hambre en la región, adoptado por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y que considera la eliminación de las pérdidas y desperdicios como una condición fundamental para acabar con el hambre al año 2025.
Por países, la situación y las iniciativas son diversas. Así, Argentina desperdicia el 12 % de su producción agroalimentaria, mientras que Brasil ha presentado proyectos de ley para poner en marcha una política de reducción de pérdidas y desperdicios y para regular la donación de alimentos.
Chile está desarrollando estudios de medición de pérdidas, además de actividades de recuperación de alimentos en puntos de venta, en tanto que Colombia ha pedido apoyo técnico a la FAO para formular políticas públicas sobre este problema, y Costa Rica desarrolla estudios para disminuir los desperdicios en comedores.
Asimismo, República Dominicana está trabajando con el sector público, privado y con organismos internacionales y la sociedad civil para consolidar un banco de alimentos.