Un día con el autismo

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En la pequeña sala de terapias los gemelos cambian de actitud en pocos minutos. Uno se coloca una Tablet al oído mientras la joven terapeuta Karly Rodríguez se esfuerza al máximo para que su hermano, esa mañana más inquieto, se integre a las rutinas.

A poca distancia Bielka Castillo, otra terapeuta, expresa con satisfacción uno de sus logros con el niño que tiene asignado, quien tenía serias limitaciones para comer, pero ya se lleva sin ayuda la cuchara a la boca.

La otra niña con autismo bajo su responsabilidad en la sala, ya va sola al baño, su vocabulario ha aumentado y de vez en cuando hasta canta.

Fue un día intenso y al mismo tiempo conmovedor para un grupo de empleados del LISTÍN DIARIO que visitaron la Fundación Manos Unidas por Autismo, una invitación que recibieron con el propósito de  fijar en la conciencia de la población la necesidad de sumarse a la integración de las personas que padecen  Trastorno del Espectro Autista (TEA), con ocasión del mes dedicado a esa condición.

Los empleados de este diario se sumaron a las terapias, compartieron con los niños y observaron cómo los terapeutas se esfuerzan al máximo para que estos alcancen la integración tan anhelada por sus padres.

El TEA es un trastorno neurobiológico del desarrollo que suele manifestarse durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.

Los síntomas fundamentales del autismo son deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social, así como patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

“Es una combinación de amor y paciencia”, así resume Rodríguez cómo encara cada día el reto de que los niños bajo su responsabilidad avancen en las tareas cotidianas y en su preparación para la vida.

La profesional de la conducta explica que la rutina es general pero los objetivos son diferentes. En el caso de los gemelos, uno acude al centro con pantalones largos y otro los usa cortos para poder reconocerlos y trabajar con ellos de manera individualizada.


Catherine Regalado, empleada del Departamento de Mercadeo del LISTÍN DIARIO, comparte con niños de la Fundación Manos Unidas por Autismo.

Uno de ellos suele quitarse los zapatos y camina empinado porque no le gusta sentir la textura del piso, pero su hermano conserva siempre su calzado, refiere la joven psicóloga, mientras su compañera observa sonriente a la niña colocar exitosamente piezas de colores por orden en una alcancía con forma de pingüino y al otro niño manipular exitosamente un ábaco con diversas opciones creativas.

Tanto en los gemelos como en los otros niños los avances han sido evidentes en la Fundación, donde actualmente reciben asistencia 170 personas, la mayoría niños y adolescentes -158 varones y 12 hembras-, incluido un señor de 58 años que ya es empleado de la institución. Tienen 30 solicitudes en lista de espera.

Los programas
La presidenta de la entidad, Odile Villavizar, precisó que admiten niños desde los dos años hasta la edad adulta.

Allí son sometidos a diversas terapias y programas enfocados en alcanzar su reinserción en la sociedad, con recursos limitados porque la subvención estatal apenas alcanza para el pago de algunos servicios.

Los niños de 2 a 6 años reciben la terapia de intervención temprana para que superen deficiencias en el desarrollo, especialmente en las áreas de lenguaje, sensorial, motricidad y educativa.

Cuando superan esa etapa entran a los programas “Habilidades Sociales” para que aprendan a socializar con otras personas y “Manitas Unidas” para colocarlos en condiciones de ingresar al sistema educativo regular.

“Luego tenemos el programa ‘Preparación para la Vida Adulta’ para encaminar ese proceso de la niñez a la adultez de la mejor manera posible tanto para ellos como para sus familias”, añadió Villavizar sobre este programa en que les enseñan incluso a ir de compras y manejar el dinero.

Madre de dos niños con autismo, la presidenta de la Fundación Manos Unidas por Autismo precisó que los padres son un componente esencial en el avance de sus hijos, por lo que participan en la asistencia a sus vástagos a través de la “Escuela para padres” y “Grupos de Apoyo”.

La Fundación cuenta con 20 profesionales graduados en diversas áreas de la psicología y un personal administrativo que garantiza el eficiente funcionamiento del centro.


La terapeuta Bielka Castillo trabaja con uno de los niños del centro.

Caminata por los derechos
Para sostener sus diversos programas se apoyan en las cuotas a un costo asequible que aportan las familias y en las diversas actividades pro recaudación de fondos que realizan, como una caminata programada para el próximo domingo, enfocada este año en los derechos de las personas con autismo.

Se realizará en el Jardín Botánico, a las 8:30 de la mañana, y para apoyar al centro solo basta adquirir una camiseta que está a la venta en la sede de la institución, ubicada en la calle Serafina Aquino de Tapia número 15, en el sector San Jerónimo.

Villavizar indicó que, además de llamar la atención de la población sobre la elevada cantidad de casos que se están diagnosticando, la caminata se enfoca en la necesidad de garantizar a las personas con autismo el derecho a una educación inclusiva, a la inserción laboral y a un trato libre de discriminación.

Los empleados del LISTÍN DIARIO que pasaron un día con los niños en la Fundación, junto al autor de este escrito, son Madelin Matos, del Departamento de Cobros; Kenia Morel, de Distribución y Ventas; Juan Acevedo, de Finanzas;  Mariela Sebastián, Jazmín Mendoza y Cándida Suriel, de Gestión Humana;  Catherine Regalado, de Mercadeo, y Elizabeth Contreras, de Servicio al Cliente.

El gemelo que estuvo tan inquieto en las primeras horas de la mañana, terminó bailando su canción favorita “Miranda y mirón”, con Catherine Regalado, la empleada de Mercadeo del LISTÍN.

Vivir por un día lo que padres enfrentarán toda la vida para el grupo de empleados del LISTÍN fue una experiencia intensa y al mismo tiempo conmovedora.

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