La biodegradación de los plásticos es una solución práctica, económica y confiable para reducir su contaminación.
En términos sencillos la biodegradación se logra a través de añadir un aditivo cuando se fabrica el plástico.
El aditivo tiene la característica que atrae un micro organismo que se encuentra en el ambiente.
Este micro organismo se alimenta del plástico digiriéndolo y convirtiéndolo en biomasa y agua. Se predetermina y controla cuando inicia y termina la biodegradación.
La biodegradación es útil en países como el nuestro, donde son incipientes los procesos de recolección, reciclaje y compostaje de los plásticos. Ya que aquellos plásticos que terminan en solares, ríos, cañadas y el mar, se biodegradarán a agua y biomasa con el contacto con el oxígeno y la luz solar.
La tecnología de la biodegradación ha sido comprobada y reconocida por influyentes instituciones, especialmente en Gran Bretaña.
En la actualidad la biodegradación está presente en más de 100 países en todo el mundo.
Las diferencias
Es oportuno diferenciar entre la degradación del plástico y la biodegradación del mismo.
El plástico degradado se desmorona en micro partículas, pero sigue siendo plástico y contaminando por cientos de años.
Sin embargo cuando el plástico se biodegrada, éste en meses se convierte en agua y biomasa, siendo amigable con el medio ambiente.
En conclusión, la eliminación total de los plásticos es una tarea casi imposible ya que los plásticos están muy arraigados en la humanidad hoy en día.
Sin embargo tecnologías como la biodegradación son una solución efectiva y económica al control de los plásticos después de su uso, contribuyendo así a reducir positivamente la contaminación.
