El ministro de Salud de Alemania ha propuesto imponer multas a los padres de niños en edad escolar que no estén vacunados de sarampión, mientras aumenta el temor por una posible vuelta de la enfermedad contagiosa en el país tras el brote en Estados Unidos y el crecimiento del movimiento antivacunas.
Los padres que no puedan demostrar que sus hijos han sido vacunados de la enfermedad, muy contagiosa y potencialmente mortal, tendrían que pagar hasta 2.500 euros (2.790 dólares), dijo el ministro Jens Spahn el sábado al semanario alemán Bild am Sonntag.
También se prohibiría que los niños sin vacunar de sarampión asistan a escuelas infantiles para proteger a los que son demasiado pequeños para vacunarse de la enfermedad o tengan motivos médicos para no hacerlo, explicó en una entrevista publicada el domingo.
Spahn, que pertenece a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel, agregó el domingo que con esta medida se espera alcanzar a unos 600.000 alemanes: 361.000 niños en guarderías y escuelas que aún no han recibido la vacuna, y unos 220.000 trabajadores de escuelas, hospitales y centros médicos.
Los procedimientos médicos obligatorios son un tema polémico en Alemania debido al antecedente de esterilización e incluso eutanasia forzada practicados durante el nazismo, pero por el momento la medida anunciada por Spahn ha sido bien recibida, aunque aún debe ser debatida por el gabinete de Merkel.
Frank Ulrich Montgomery, director de la Asociación Médica Alemana, celebró el anuncio como «un paso importante en el momento adecuado», en una entrevista con la cadena RND.
El proyecto de Spahn apunta a hacer que la vacunación sea obligatoria a partir del 2020, momento en el cual se impondrá un registro de vacunación que los padres deberán presentar antes de registrar a sus hijos en guarderías o escuelas.
Alemania registró 203 casos de sarampión en las primeras 10 semanas de 2019, más del doble que en el mismo periodo del año anterior pero menos que en 2017.
La vecina Suiza anunció la semana pasada que dos adultos habían muerto de sarampión este año. Uno de ellos tenía 30 años y no estaba vacunado, mientras que el segundo superaba los 70 tenía un sistema inmunológico debilitado por un cáncer.
De acuerdo a la mayoría de los expertos, si al menos el 95% de la población se encuentra inmunizada es poco probable que haya un epidemia de sarampión. Alemania, sin embargo, no ha podido en los últimos años superar el 93% de vacunación en su población, de acuerdo al Bild.
Pero aún así pueden darse brotes en comunidades específicas donde adultos y niños se rehúsan a vacunarse, como ha ocurrido recientemente en Estados Unidos donde se registraron más 700 este año.
Europa registró 82.596 casos de sarampión en 2018 que llevaron a 72 muertes, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de estos, 52.218, se dieron en Ucrania, donde un conflicto armado entre el gobierno y los separatistas ha perjudicado a los programas de vacunación y la atención médica en general.