El 30% de los pacientes que recibe la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) son de accidente automovilístico afirmó este miércoles el primer vicepresidente de la junta directiva de la organización, Celso Marranzini, durante su participación en el Almuerzo Semanal de Grupo de Comunicaciones Corripio.
Asimismo, indicó que el 12% de pacientes de nuevo ingreso corresponde a accidentes de motocicletas, convirtiéndose en la mayor causa de imputaciones de miembros inferiores en la República Dominicana.
“Las estadísticas señalan que de cada accidente automovilístico quedan dos paciente para los programas de rehabilitación y cerca del 40% de los accidentados resultan con lecciones permanentes” agregó Arturo Pérez Gaviño, director ejecutivo de la ADR, quien también estuvo en el almuerzo.
El director ejecutivo expresó que “en ese tipo de accidente (de tránsito) normalmente se produce mucho daño neurológico severo, fracturas múltiples, problemas en la cabeza con desprendimiento de la masa encefálica, cuyos pacientes terminan en cama o en silla de ruedas para toda la vida”.
Esta organización ofrece 1 millón 400 mil consultas al año, en 33 centros distribuidos en toda la geografía nacional, que se concentran en los programas especiales de Medicina Física y Rehabilitación, Escuela de Educación Especial y Formación e Inserción laboral, además cuentan con 7 escuelas de educación especial.
Marranzini, señaló que la ADR provee servicio integral que incluye desde la rehabilitación física, hasta el desarrollo cognitivo y también ofrecen de cirugías, aunque muchos desconocen este servicio, se realizan unas 500 al año.
Además, señaló que el mayor problema que afecta a los pacientes de rehabilitación es la falta de conciencia que existe, no solo a nivel nacional, esto también en todo el mundo.
Innovación
Dentro de los esfuerzos, para brindar un mejor servicio a la ciudadanía, la asociación se encuentra trabajando en un nuevo proyecto que consiste en prótesis en impresora 3D, con esta tecnología el paciente podrá tener una prótesis a su medida, más liviana y más económica, dijo Marranzini.
Sin embargo, aclaró que esto es un proyecto que aún se encuentra en “pañales”, pero países como Haití lo han utilizado después del terremoto y ahora se trabaja en el país a nivel experimental.
