El extenuante viaje de 21 días en barco obligó a Greta Thunberg a cancelar su agenda en Portugal y aplazar unos días su llegada a Madrid, para decepción de los políticos lusos que querían invitarla a sus actividades.
“La agenda de Greta en Lisboa acabó el martes por la mañana en el muelle. No habrá más informaciones”, fue el hermético mensaje divulgado por su equipo de comunicaciones, que decretó un silencio sobre su estancia de “algunos días” en la capital portuguesa, donde afloraron algunas críticas por su recibimiento.
Greta, que dijo que estaba cansada, dedicará los días que pase en Portugal a recuperarse de su travesía por el Atlántico en la más estricta intimidad. Ni siquiera se detalló cuándo o cómo partirá hacia Madrid, donde participará el viernes en un manifestación contra la crisis climática. Desde su equipo indican que su agenda para estos días de descanso en Portugal es “privada” y no se contemplan encuentros públicos con activistas lusos.