Gerrit Cole llegó al Yankee Stadium ayer para su presentación como nuevo integrante de los Yanquis de Nueva York con un cartel arrugado que decía “Aficionado de los Yanquis hoy, mañana y siempre”.
A sus 11 años, Cole fue fotografiado sosteniendo ese mismo cartel en las tribunas durante el sexto partido de la Serie Mundial de 2001 en Phoenix. Las letras en cinta adhesiva usadas en ese cartel han cambiado de color de azul a marrón desde ese entonces.
Posteriormente, desdeñó a los Yanquis cuando lo eligieron como la 28.ª selección general del ‘draft’ de 2008, optando por matricularse en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Firmó con Pittsburgh tres años después como primera selección general. Ahora, como agente libre, finalmente vestirá el uniforme a rayas con un contrato récord de 324 millones de dólares por nueve temporadas.
“Era mi sueño. Tuve una segunda oportunidad para ir por él», afirmó. Cole usará el número 45, que había pertenecido al primera base Luke Voit.
El derecho de 29 años se cortó la barba a fin de cumplir con las normas de los Yanquis. “Se arregló muy bien, ¿no?, dijo el mánager de los Yanquis, Aaron Boone, sobre un Cole famoso por su imagen desaliñada.