Empieza a ser costumbre. Donald Trump ha logrado en el estado de Nevada su tercera victoria consecutiva en el proceso de primarias republicanas, y camina lanzado hacia la nominación. Un triunfo rotundo con un 45,9% de los votos. En su primera victoria en unos caucus (asambleas), que le permite olvidar su derrota inicial en Iowa, el magnate volvió a hacer buenas las encuestas y las anteriores victorias en las primarias de New Hampshire y Carolina del Sur. Queda mucho proceso, pero la historia dice que nunca un candidato que ha ganado tres de las cuatro primeras convocatorias electorales ha perdido la nominación. En un calco de las primarias del pasado sábado en Carolina del Sur, el recuento volvía registrar una cerrada pugna entre los dos candidatos de origen hispano, Marco Rubio y Ted Cruz, que se ha resuelto en favor del primero por 2,5 puntos (23,9% frente a 21,4%) y 2.000 votos de diferencia. Ben Carson, con un 5,8%, y John Kasich, con un 3,6%, se comportaron como convidados de piedra en el estado del juego.
Por primera vez desde que se iniciara el proceso de primarias republicanas, todas las proyecciones realizadas por los medios de comunicación coincidieron al unísono en el anuncio de victoria de Donald Trump apenas unos segundos después del cierre de todos los precintos en Nevada. Lo que confirma que a medida que avanza la carrera, lejos de debilitarse, refuerza el margen de las victorias.
Cada vez se escribe más sobre cómo frenar a Trump, pero lo cierto es que una vez más, minutos después de proclamarse su victoria, el polémico magnate comparecía para escenificar una secuencia que empieza a hacerse reiterativa: «Amo a Nevada». Casi ebrio de victoria, a punto de morir de éxito, Donald Trump compareció con su familia para recrearse en su momento, en una racha que parece no tener fin. En medio de los gritos de sus fieles, «¡Trump, Trump, Trump!», el millonario proclamaba que su nominación va a ser «cosa de dos maravillosos meses». Y cantó con especial satisfacción que «el 46% de los hispanos me han votado». Para remachar a continuación: «Vamos a construir el muro, y lo va a pagar México».
La victoria inapelable de Trump en Nevada constituye un varapalo para sus dos principales rivales, Marco Rubio y Ted Cruz, con vistas al Supermartes, el 1 de marzo, el primer día decisivo, en el que votarán nada menos que doce estados. Las encuestas hoy sitúan a Trump en cabeza en prácticamente todos ellos, lo que da una idea del ritmo de victoria que ha marcado el millonario.