La crisis del coronavirus está haciendo mella en el turismo y el sector espera que el próximo trimestre sufra pérdidas estimadas en miles de millones de dólares.
En Italia, el país más afectado de Europa por la epidemia, esperan entre marzo y fines de mayo una caída de 32 millones de visitantes. Según las previsiones difundidas por las cámaras de turismo y comercio, ello supondrá unas pérdidas de 7.400 millones de euros. Y los efectos ya se pueden ver en los puntos turísticos más conocidos.
El brote afecta principalmente el norte del país. En Milán, el Duomo estuvo cerrado y, aunque ya reabrió, tiene muy pocos visitantes en comparación a las escenas habituales.
El turismo representa el 13% del PIB italiano y las cancelaciones también afectan a regiones donde no se han registrado casos de contagio.
Los negocios cercanos al Vaticano, como algunos restaurantes o puntos de venta de pasta para llevar, frecuentados sobre todo por turistas, se lamentan de que desde hace unos días apenas tienen clientes.
«La situación es dramática para todo el sector», señaló el presidente de Confturismo-Confcommercio, Luca Patanè, quien añadió que «desafortunadamente, estamos pagando por las consecuencias de una comunicación por parte de los medios mucho más letal que el propio virus».
Según los últimos datos del martes, en Italia hay más de 2.000 contagiados y 79 víctimas fatales.
En la célebre Venecia, la capital de la región Véneto, donde se han identificado alrededor más de 100 casos de contagio, el impacto también es significativo.
Si bien se esperaba una ocupación de los hoteles de alrededor del 95% en la semana del carnaval, sólo el 45% contaba con clientes debido a la suspensión del evento.
En Francia también se sienten los estragos. El museo del Louvre, el más visitado del mundo, estuvo cerrado desde el domingo por sus empleados por temor a un contagio del nuevo coronavirus.
Tras evocar “preocupaciones legítimas” de los empleados ante la propagación del coronavirus en Francia, la dirección del museo más visitado del mundo subrayó que la “prioridad absoluta” es “garantizar la seguridad de los trabajadores y los visitantes”, aunque las autoridades competentes se manifestaron “por el momento” por la reapertura. Este miércoles reabrió sus puertas.
Otra postal que recorrió el mundo fue el contraste en la maratón de Tokio entre las ediciones de este año y la de 2019. El domingo, solo pudieron competir los atletas profesionales, por lo que más de 30 mil aficionados fueron impedidos de participar.