Arabia Saudí no aplicará más la pena de muerte por delitos cometidos por menores de edad, según un decreto del rey Salman citado por un funcionario.
Hace pocos días también se decidió poner fin a la práctica del flagelo como castigo, y reemplazarla por sentencias de cárcel, multas o servicio comunitario.
El hijo y heredero del rey Salman, Mohammed bin Salman, es visto como el factor influyente en la disminución de las restricciones en Arabia Saudí y el abandono del régimen islamista ultraconservador conocido como wahabismo.
El decreto conmuta la pena de muerte dictada contra por lo menos seis hombres de la minoría chií acusados de crímenes cometidos cuando tenían menos de 18 años.
Grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional desde hace tiempo han exhortado a Arabia Saudí a abolir la pena de muerte, especialmente contra menores de edad.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del gobierno saudí, Auad Alauad, confirmó la decisión afirmando que ello consagra “un código penal más moderno y demuestra el compromiso del reino hacia la realización de reformas”. Avisó que se anunciarán pronto más reformas.
El decreto expande uno dictado por el rey Salman a fines del 2018, que establece penas máximas de 10 años de cárcel para menores de edad en ciertos casos a excepción de delitos punibles con la pena de muerte. Ahora la sentencia de 10 años es el máximo para todos los delitos cometidos por menores de edad.