China ha reducido su objetivo de crecimiento económico para 2016 y aspira a una progresión del producto interior bruto (PIB) comprendida “entre 6,5% y el 7%”, según el informe gubernamental que pronunciará este sábado el primer ministro Li Keqiang ante el Parlamento.
El Gobierno chino se había fijado en 2015 un objetivo de “un 7%”. El gigante asiático había registrado finalmente, con un crecimiento anuales del 6,9%, su resultado económico más modesto desde hace un cuarto de siglo.
China adopta además para 2016 un objetivo de inflación de “alrededor de un 3%” y un nivel de desempleo “inferior al 4,5%”, reza el texto que debe leer Li en la apertura de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP).