Donald Trump suspendió la noche del viernes un mitin en Chicago por las protestas de grupos a favor y en contra del candidato republicano a la Casa Blanca. Grupos de personas se enfrentaron y fueron separadas por las fuerzas de seguridad en el interior del pabellón universitario que iba a acoger el acto electoral. También hubo incidentes en el exterior del recinto.
“Pensé que era mucho mejor cancelar”, explicó Trump en declaraciones a la cadena MSNBC.
El magnate, que es el favorito para hacerse con la nominación republicana a las elecciones presidenciales de noviembre, dijo que quería evitar que hubiese actos de violencia.
En un comunicado, su equipo de campaña dice que Trump decidió suspender el mitin después de reunirse con representantes de las fuerzas del orden. Un portavoz de la policía de Chicago negó a la agencia Associated Press que la policía hubiese recomendado a Trump suspender el mitin y dijo que la campaña de Trump había tomdo la decisión «independientemente».
La suspensión del acto es la culminación de varios incidentes en los últimos días en los actos de Trump, que han incluido agresiones a asistentes y periodistas. El candidato se ha mostrado desafiante con algunos de los asistentes que han interrumpido sus eventos mientras instaba a las fuerzas de seguridad a expulsarlos del lugar.
La cancelación del evento, cuatro días antes de que Illinois y otros cuatro Estados voten a los candidatos presidenciales, puede dar un giro a la campaña electoral. La campaña ha estado marcada por la retórica agresiva de Trump contra las minorías y contra sus rivales, pero hasta el momento no había habido protestas coordinadas y choques violentos como los de este viernes.
Sus rivales para la nominación republicana, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, atribuyeron a Trump parte de la responsabilidad por las tensiones. «Cuando un candidato anima a sus seguidores a usar la violencia física, a golpear a alguien en la cara, la consecuencia predecible es que habrá una escalada», dijo Cruz. «Las palabras tienen consecuencias», dijo Rubio. Ambos se referían a la retórica incendiaria de Trump.
Los eventos del empresario suelen contar con robustas medidas de seguridad, gestionadas por el Servicio Secreto, el departamento encargado de proteger al presidente estadounidense.
Trump rechazó que los incidentes fuesen consecuencia de su discurso populista que lo ha aupado a la cabeza de la carrera republicana. “Tenemos un país muy dividido”, lamentó el candidato, que lo achacó a las desigualdades económicas. Sostuvo que hay gente “muy enfadada”, pero esgrimió que ese malestar no va dirigido contra él sino que ha existido durante años.
El magnate dijo que los incidentes en la universidad de Chicago no se podían prever. «Es triste cuando no puedes celebrar un mitin en una gran ciudad. ¿Qué ha pasado con la libertad de expresión?», dijo.
Entre los grupos que protestaban contra Trump, había personas afroamericanas con emblemas contra la violencia policial con la comunidad negra. Chicago, incluida la universidad que acogía el mitin, es una ciudad con una notable diversidad racial.
Antes de viajar a Chicago, Trump celebró un acto en San Luis (Misuri). La presencia del candidato en la ciudad desencadenó protestas de grupos afroamericanos y la detención de una treintena de personas. Ferguson, un suburbio de San Luis, fue en 2014 el epicentro de manifestaciones contra el trato policial a los afroamericanos tras la muerte de un negro desarmado por disparos de la policía.