Aunque poco conocidas en el mundo político popular, la esposa y las hijas del nuevo presidente de la República, Luis Abinader, han dado notaciones de humildad, sencillez y otras virtudes que las adornan, no obstante su procedencia aristocrática, para lidiar desde el poder con todos los retos que este representa.
Raquel Arbaje, la esposa, quien en su perfil de Twitter se define como “fiel a Cristo, ciudadana democrática y administradora con alma de periodista”, entre otras cosas, tiene un concepto muy claro sobre el rol que como Primera Dama de la República debe desempeñar y la cohesión que debe existir entre ella y su esposo como Primer Ejecutivo de la Nación.
“Por acuerdo mutuo entre Abinader y quien escribe, no habrá Despacho Primera Dama. No deseo manejar fondos públicos, porque una esposa de un Presidente o viceversa no ha sido elegid@ por el pueblo. Ahora, si Dios me Permite, me fajaré por RD”, dijo en julio de este año respondiendo una pregunta.
La señora Arbaje de Abinader se graduó “Summa cun laude” en Administración de Empresas, en la Universidad Iberoamericana (Unibe). Hasta ahora trabaja en la empresa familiar “Arbaje Sony”.
De sus tres hijas Esther Patricia, Graciela Lucía y Adriana Margarita, la señora Arbaje ha dicho que tanto su padre como ella, las han sabido “educar en valores”, y que el hoy presidente de la República como padre, “las ayuda a empoderarse, le habla y las instruye para que no se sometan a presiones sociales de ningún tipo”.
La señora Arbaje y el hoy presidente tienen más de 25 años de casados. De la vida de sus hijas se sabe poco en el ambiente político nacional, a pesar de que Abinader viene haciendo política desde hace muchos años.
