La Tierra ya tiene 4,600 millones de años de edad y durante todo ese tiempo ha experimentado un sinfín de cambios en su clima, en su biodiversidad y ha sufrido extinciones masivas. Una de estas sucedió en el período Devónico-Carbonífero, hace 359 millones de años y ahora podríamos tener más certezas sobre los motivos.
Lo que se sabía es que debido a un brusco cambio de temperatura se produjo un colapso en la capa de ozono y esto eliminó a casi el 82% de las especies marinas que habitaban el planeta. Ahora, un estudio de la Universidad de Illinois en los Estados Unidos está hipotetizando la posibilidad de que esto haya sucedido por la explosión de una supernova a unos 65 años luz.
De haber sucedido de esta manera, la explosión habría enviado directamente hacia nuestro planeta rayos ultravioleta, rayos X y rayos gamma por un largo período, sometiéndola así a una irradiación de larga duración de rayos cósmicos, lo que finalmente afectó la temperatura, la capa de ozono y la biodiversidad terrestre.
Se estima que esta irradiación pudo haberse dado al menos durante 100,000 años, pero la evidencia fósil indica una disminución de 300,000 años en la biodiversidad que condujo a esta extinción, por lo que está latente la posibilidad de que no haya sido la única causa, sino una más entre múltiples catástrofes.
¿Cómo podrían comprobar esta hipótesis? Si se encuentran los isótopos radiactivos plutonio-244 y samario-146 en las rocas y fósiles depositados al momento de la extinción, puesto que ninguno de estos isótopos se encuentra naturalmente en la Tierra hoy.