El Gobierno dominicano formuló ayer un llamamiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a la comunidad internacional para que provea a Haití de ayuda humanitaria y recursos necesarios para poder invertir en infraestructuras y creación de empleos.
Llevando la voz en representación del país en la reunión del organismo multilateral, el ministro dominicano de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, también dejó claro que en el marco de las dificultades políticas y sociales que persisten en Haití, “no hay, ni podrá haber, una solución dominicana” a sus problemas.
Principio de legalidad
También advirtió de que la buena vecindad entre Haití y Republica Dominicano no puede perjudicar “el principio de cumplimiento estricto de la legalidad dominicana e internacional”, y aseguró que la frontera entre ambos países implica que sus procesos políticos, sociales, sanitarias y económicos impactan de uno al otro.
Contrario a eso, Álvarez abogó en el encuentro por la permanencia en Haití de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas (BINUH), instalada hace un año, y el apoyo de la comunidad internacional para encaminar a esa nación hacia la recuperación.