El jefe del Estado mayor conjunto de EEUU, el general Mark Milley, y otros altos cargos del Pentágono se encuentran en cuarentena después de que un subcomandante diera positivo por COVID-19.
La cuarentena afecta a prácticamente todos los principales asesores militares del presidente estadounidense, Donald Trump, conocidos como el Estado mayor conjunto, revelaron los diarios The New York Times y The Wall Street Journal, citando fuentes del Pentágono.
Su decisión se supo poco después de que la Guardia Costera de EEUU anunciara en un comunicado que el subcomandante de esa rama de las Fuerzas Armadas, el almirante Charles Ray, fue diagnosticado con la enfermedad este lunes.
No está claro si hay alguna relación entre el positivo de Ray y el brote de la Casa Blanca, que afecta al propio Trump y a más de una docena de personas de su entorno.Charles Ray, vicecomandante de la Guardia Costera
Ray estuvo la semana pasada en el Pentágono, reunido en una sala segura con el general Milley y otros líderes uniformados del Departamento de Defensa, y empezó a tener síntomas este fin de semana, según la Guardia Costera.
Tanto Milley como el resto de los altos cargos del Estado mayor conjunto han dado negativo después de enterarse del positivo de Ray, de acuerdo con el Wall Street Journal.
Sin embargo, han decidido trabajar desde casa como precaución y para seguir las directrices marcadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), un protocolo que contrasta con el de la Casa Blanca, donde los asesores de Trump han evitado hacer cuarentena tras enterarse de que el presidente había dado positivo.
La cuarentena afecta también al jefe de gabinete del Ejército, James McConville; y al de las Fuerzas Aéreas, Charles Brown; además de al jefe de operaciones navales, almirante Michael Gilday; y al jefe de operaciones en el Espacio, general John Raymond, según varios medios. También estuvieron presentes el general Daniel Hokanson, jefe de la Guardia Nacional y el general Paul Nakasone, director de la Agencia de Seguridad Nacional y jefe del Comando Cibernético de los EEUU.
El Secretario de Defensa Mark Esper estuvo en un viaje al extranjero la semana pasada y no estaba entre los oficiales del Pentágono que van a ser aislados. Esper participó en una conferencia sobre el futuro de la Marina de los EEUU el martes, pero no hizo ningún comentario sobre la situación de la cuarentena en el Pentágono.
“Para extremar las precauciones, todos los contactos cercanos potenciales de estas reuniones están en cuarentena y se les ha hecho tests esta mañana. Ningún contacto (de Ray) en el Pentágono ha exhibido síntomas”, dijo el portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, citado por el WSJ.
Milley, que a sus 62 años ocupa el cargo militar más importante de Estados Unidos, tiene en su casa una sala equipada con todas las comunicaciones y seguridad necesarias para poder asesorar al presidente desde allí si fuera necesario.
El pasado viernes, tras conocerse que Trump había dado positivo por coronavirus, el Pentágono subrayó que no había habido ningún cambio en sus “niveles de alerta”.
“El Ejército de EEUU permanece preparado para defender nuestro país e intereses. No hay ningún cambio en la disposición o capacidad de nuestras Fuerzas Armadas. Nuestro mando nacional y estructura de control no están afectados de ninguna manera por este anuncio”, indicó entonces Hoffman.
Advertencias de expertos y ex funcionarios
Pese a los llamados a la tranquilidad por parte del Pentágono, ex funcionarios dijeron que la administración debía ser cautelosa.
“Tenemos que ver si alguno de nuestros adversarios globales quiere aprovecharse de la distracción que está teniendo lugar ahora mismo”, dijo John Brennan, que fue director de la CIA durante el mandato del presidente Barack Obama, en la radio NPR. “Un país como China podría tratar de hacer algo en Hong Kong ahora, o en el Mar de la China Meridional, mientras que Trump se centra en su salud”, dijo Brennan. “O Rusia podría decidir hacer algo en Bielorrusia o en otro país, aprovechando lo que ven como una posible oportunidad”, dijo.
Stephen Hadley, que se desempeñó como asesor de seguridad nacional del ex presidente George W. Bush, también advirtió que “los adversarios pueden pensar que Estados Unidos puede estar distraído, para poder salirse con la suya”.
El representante Adam Smith, presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, arremetió contra el manejo de la crisis del coronavirus por parte de Trump y dijo que había puesto en peligro la seguridad nacional. “Aunque nuestras fuerzas armadas pueden seguir operando mientras el liderazgo está en cuarentena, no se pueden exagerar las implicaciones para la seguridad nacional de la imprudencia del presidente”, dijo Smith en una declaración. «Nuestros adversarios siempre están buscando cualquier debilidad para explotar.
“Los patéticos intentos del presidente Trump de exudar fuerza no engañan a nadie, los estadounidenses saben que es débil y también lo saben los que nos desean el mal”, dijo Smith. “En lugar de liderar, el presidente Trump continúa poniendo en peligro la seguridad del pueblo americano y de nuestro aparato militar”.
(Con información de EFE y AFP)