El agua y los electrónicos usualmente no se mezclan. Pero Microsoft piensa que tirar las computadoras en el océano podría ser la ola del futuro.
Microsoft recién terminó un experimento de tres meses en el que operó un centro de datos submarino. Un estante de servidores con la potencia de 300 computadoras personales fue colocado dentro de un cilindro hermético de acero y sumergido en el océano frente a la costa del centro de California.
El loco experimento fue lanzado porque los centros de datos actuales son tristemente ineficientes. Estos son construidos donde la energía y la tierra son baratos (no cerca de donde la gente en realidad vive). Y ellos desperdician mucha energía enfriando sus computadoras.
El océano puede solucionar estos problemas. Las corrientes oceánicas pueden producir suficiente energía como para alimentar los centros de datos. El frío fondo del océano enfría lo suficiente los componentes de computación dentro del tanque. Además, si se considera que la mayoría de personas viven cerca del océano, el hecho de colocar los centros de datos bajo el agua podría aumentar potencialmente la velocidad en la que los clientes podrían tener acceso a la información guardada en la nube de Microsoft.
El experimento fue tan exitoso que Microsoft manejó el centro de datos submarino 75 días más de lo que había planificado. Este incluso empezó a operar las cargas de trabajo de los clientes reales, según Peter Lee, vicepresidente corporativo de Microsoft Research NExT.
Desde entonces, Microsoft sacó del agua el centro de datos experimental para su análisis. El próximo paso es meter un tanque más grande, que tenga por lo menos cuatro veces el poder informático, bajo el océano para probarlo.
A diferencia del primer experimento, el próximo tanque será equipado con turbinas, las cuales convertirán las corrientes del océano en electricidad.
No está claro cuándo, si es que alguna vez, los centros de datos submarinos se convertirán en un producto viable. Pero Microsoft está decidido a intentar dando pequeños pasos progresivos hacia adelante.
«Nuestro primer experimento fue como sumergir nuestro dedo meñique en el agua y ahora vamos con el pulgar», dijo Lee.
Sin embargo, Microsoft aún está analizando los impactos ambientales del estudio. Los centros de datos son calientes y ruidosos, lo que podría tener efectos nocivos en la vida del océano.
Microsoft afirma que el calor neto de la red de centros de datos submarina será cero ya que estará alimentada por completo mediante el océano en sí mismo… una teoría confusa pero científicamente precisa. Este también descubrió que el ruido producido por su centro de datos submarino fue ahogado por los camarones y cangrejos cercanos.
Los centros de datos también son construidos con materiales reciclables y Microsoft cree que la huella de carbono total de los centros de datos submarinos será «dramáticamente más baja» que la de los actuales centros en tierra.
Dado el crecimiento en la nube, los analistas de la industria creen que la mayoría de los centros de datos del mundo aún están por ser construidos. Pero construir un centro de datos toma por los menos dos años… una eternidad en la industria tecnológica.
Como resultado, Microsoft construye sus centros de datos con el futuro en mente, por lo que les instala más poder informático y espacio de lo que actualmente necesitan.
Lee considera que el proyecto debajo el agua puede hacer que la construcción de centros de datos cambien para dejar de ser proyectos de construcción y se conviertan en empleos de fabricación.
«Qué tal si pudiéramos producir estos tanques en una línea de montaje?», reflexionó. «Podríamos entregar un centro de datos, desde su concepción hasta su operación, en 90 días. Eso es dramáticamente diferente de lo que sucede hoy en día».