El mundo registró el mayor número de ejecuciones en más de 25 años en 2015, según un nuevo informe del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional.
En lo que la organización llama un «aumento alarmante», al menos 1.634 personas fueron ejecutadas el año pasado, un incremento de más del 50% con respecto al 2014.
«El aumento de las ejecuciones el año pasado es profundamente perturbador», dijo Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, en un comunicado.
De acuerdo con el informe anual del grupo de derechos humanos, el dramático aumento fue alimentado por tres naciones: Irán, Pakistán y Arabia Saudita, que en conjunto fueron responsables de casi el 90% de las ejecuciones en 2015.
Dudosa distinción
«Irán, Pakistán y Arabia Saudita están condenando a muerte a niveles sin precedentes, a menudo después de juicios manifiestamente injustos», dijo Shetty.
Irán ejecutó a 977 personas en 2015, según Amnistía, 200 más que en 2014, y en su mayoría por «delitos relacionados con las drogas».
La ONG afirma que al menos cuatro de estos individuos eran menores de 18 años en el momento de su crimen, en lo que denomina una «violación flagrante del derecho internacional».
Pakistán ejecutó a 326 personas en el 2015, el número más alto jamás registrado por Amnistía en Pakistán.
Arabia Saudita ha enfrentado durante mucho tiempo la crítica internacional tanto por la forma y como por los métodos de sus ejecuciones judiciales.
Pero la dudosa distinción de ser el país que más ejecuciones de reos lleva a cabo recae en China, según Amnistía.
Amnistía estima que China es el principal verdugo del mundo, con “miles” de muertes el año pasado.
Los investigadores no pueden calcular el número exacto debido a que China considera esta información como secreto de Estado. Pero los investigadores de Amnistía dijeron que es probable que el número de ejecuciones haya «disminuido» como consecuencia de «las reformas en curso».
«Un año de extremos”
Amnistía dijo que había indicios de que la pena de muerte estaba disminuyendo en popularidad en algunos países.
«2015 fue un año de extremos», dijo Shetty. «Vimos algunos acontecimientos muy inquietantes, pero también desarrollos que son motivo de esperanza».
EE.UU. llevó a cabo 28 ejecuciones, el número más bajo desde 1991.
Y a pesar del aumento de las ejecuciones, menos personas fueron condenadas a muerte; en particular en Nigeria, que registró una caída del 74%.
Fiji, Madagascar, República del Congo y Surinam abolieron la pena de muerte en 2015 y el grupo dice que esto significa, por primera vez, que la mayor parte del mundo ha prohibido la ejecución como una forma de castigo.
«Cualesquiera que sean los reveses a corto plazo, la tendencia a largo plazo sigue siendo clara», dijo Shetty. «El mundo se está alejando de la pena de muerte. Los países que todavía ejecutan tienen que darse cuenta de que están en el lado equivocado de la historia».