¿Estamos teniendo suficiente sexo? Puede que te hayas preguntado si deberías aumentar tu actividad en el dormitorio después de leer sobre las resoluciones de otras parejas sobre tener sexo todos los días o sobre los beneficios que tienen para la salud las relaciones sexuales.
En lo que podría ser una noticia bien recibida para todo el que llega exhausto del trabajo y rendido por los niños, una investigación sugiere que no tienes que tener relaciones todos los días para cosechar los beneficios del sexo, al menos en términos de felicidad y de la cercanía en la relación.
El estudio reciente encontró que, aunque las personas que están casadas o las que se encuentran en relaciones comprometidas y tienen más sexo tienden a decir que se sienten más felices, los beneficios se equilibran en la frecuencia sexual de una vez a la semana. Quienes afirmaron tener sexo cuatro veces a la semana o más no dijeron sentirse más felices que quienes lo hacían solo una vez a la semana.
«Yo creo que las parejas pueden terminar sintiéndose presionadas por intentar tener relaciones sexuales con tanta frecuencia como sea posible», dijo Amy Muise, una investigadora postdoctoral que estudia las relaciones sexuales en la Universidad de Dalhousie en Canadá. Una vez a la semana «quizá sea un objetivo más realista que pensar que tienes que tener sexo todos los días, lo cual parece ser abrumador, así que lo evitas, dijo Muise, autora principal del estudio, publicado en noviembre en la revista Social Psychological and Personality Science.
El estudio encontró que el sexo podría aumentar la felicidad porque hace que las personas se sientan más satisfechas en su relación, con base en datos de encuestas de dos grupos separados, entre ellos 2.400 parejas casadas en el Estudio Nacional de Familias y Hogares de Estados Unidos.
«Para las personas que se encuentran en relaciones, la calidad de su relación romántica es uno de los factores más importantes que predicen su felicidad general», dijo Muise. «Tener más sexo más de una vez por semana podría no estar mejorando esa conexión en la relación, aunque eso no es malo».
Sin embargo, hay un par de fricciones en esta investigación, dijo Muise. Una es que no está claro cual viene primero, el sexo o la felicidad. Podría ser que las personas que tienen sexo una vez a la semana o más ya estaban más felices en sus relaciones y en la vida desde antes, y no es que el sexo los ayudara a sentirse más felices. O ambas podrían ser verdad: el sexo mejora la felicidad y la felicidad mejora el sexo.
El otro detalle es que, aunque una relación sexual semanal podría ser justo lo que algunas personas necesitan, esto podría ser demasiado o muy poco para otras. «Sin duda hay parejas para las que tener sexo con menos frecuencia estará bien en términos de su felicidad, y hay parejas que experimentarán aumentos en su felicidad si tienen sexo más de una vez a la semana», dijo Muise.
¿Cuál es el número correcto para ti?
«Uno de los mejores efectos de un artículo como este (para Muise y sus colegas) es que abre las conversaciones en las parejas» sobre su vida sexual, dijo Vanessa Marin, una terapeuta sexual radicada en Berlín. Para algunas parejas, la pregunta de cuán a menudo deberían tener sexo podría no haber surgido, lo que podría ser una señal de que se sienten lo suficientemente cerca y satisfechos… o que simplemente están demasiado ocupados o desconectados como para pensar en eso.
«La mayoría de parejas quieren tener más sexo y pienso que este es el resultado de cuán ocupados y llenos estamos la mayor parte de nuestras vidas», dijo Marin.
Marin evita recetar la cantidad de sexo que las parejas deberían tener, porque cada una es diferente, y en su lugar les recomienda a las parejas probarlo por sí mismas. «Soy una gran defensora de que las parejas experimenten; por ejemplo que durante un mes traten de tener sexo dos veces a la semana y vean cómo les va, o una vez a la semana, y traten de jugar con eso», dijo Marin.
En cuanto a las parejas afortunadas que están satisfechas con la frecuencia con la que juegan bajo las sábanas, un estudio sugiere que ellas podrían no querer cambiar nada. Los investigadores les pidieron a las parejas que tenían relaciones más o menos seis veces al mes que duplicaran la cantidad. Las parejas que duplicaron su frecuencia sexual se mostraron de mal humor y disfrutaban menos del sexo al final de tres meses, en comparación con las parejas que mantuvieron su usual nivel de actividad en la habitación.
«Que te digan que hagas algo siempre lo hace menos divertido», dijo George Loewenstein, profesor de economía y psicología en la Universidad Carnegie Mellon y autor principal del estudio. Esta es otra razón por la que Marin no les hace recomendaciones a las parejas en relación con su frecuencia sexual… por temor a que ellos podrían preocuparse de que no están cumpliendo con las expectativas y pierdan su encanto.
Sin embargo, existe un problema mucho mayor de relación que el hecho de que las parejas se preocupen porque no están teniendo suficiente sexo: «hay parejas que casi dejaron de tener sexo», dijo Loewenstein. Para estas parejas, «creo que una vez a la semana es un buen objetivo final. Es casi como una constante natural hacerlo una vez a la semana», dijo.
Incluso si estas parejas abstinentes quieren tener sexo con más frecuencia, ellas podrían carecer del deseo por su pareja. Estas parejas pueden probar las estrategias convencionales, como programar más tiempo de calidad juntos o tratar un cambio de escenario. «Qué pareja no ha tenido la experiencia de que entras a un hotel en una nueva ubicación en un nuevo ambiente y la persona con la que estás luce diferente, y lo diferente es bueno cuando se trata del sexo», dijo Loewenstein.
Sin embargo, si estos trucos no son suficientes, las parejas tendrían que tener que acudir a su lado racional en lugar de al lado lujurioso y decirse a sí mismos que simplemente lo hagan. «Estas parejas podrían sorprenderse de cuán agradable sería si volvieran a empezar», dijo Loewenstein.
¿Deberías programar tu sexo?
Programar los momentos sexys con tu pareja podría sonar como la cosa menos romántica del mundo. Sin embargo, si tú y tu pareja están dispuestos a intentarlo, no hay razón para no hacer un horario en torno al sexo.
«Para algunas parejas, agendar el sexo funciona muy bien; les da algo que pueden esperar con ansias, les gusta la expectativa, les gusta sentir que son una prioridad», dijo Marin. «Las otras parejas dicen que programar el sexo les parece horrible, como si el sexo fuera transaccional y fuera solo un elemento más en su lista de cosas por hacer».
De nuevo, Marin recomienda que las parejas experimenten con programar el sexo para ver si los ayuda, siempre y cuando ninguno se oponga a ello.
Una buena idea para todas las parejas, independientemente de si les gusta la idea de planificar el sexo o no, es planificar tiempo de calidad juntos… solos los dos. Idealmente, esto sería más o menos 20 minutos al día con la televisión apagada y sin teléfonos celulares, pero para las parejas que están sumamente ocupadas, puede resultar útil reservar solo cinco minutos para tener una conversación, dijo Marin. Este tiempo también es el «contenedor del sexo», el tiempo y la privacidad cuando el sexo puede ser iniciado, pero no tienes que sentir presión al respecto, añadió.
Aunque planificar el sexo puede ayudar a algunas parejas que quieran tener sexo pero simplemente no encuentran el tiempo, puede empeorar las cosas para otras. «Si hay problemas en la relación o problemas psicológicos como estrés o ansiedad, entonces programar el sexo simplemente podría incrementar la presión», dijo Acacia Parks, profesor adjunto de psicología en Hiram College.
En cuanto a cuándo programar el sexo, el mejor momento quizá sea cuando es menos probable que las obligaciones de la vida lo impidan. Uno de los beneficios del sexo en la mañana es que los niveles de testosterona se encuentran en su nivel más alto, y esta hormona impulsa el deseo sexual. Por otro lado, el sexo antes de dormir podría ayudarte a que duermas bien, ya que las hormonas liberadas durante el orgasmo podrían ayudarte a que te relajes y te sientas cansado.
Según Muise, los participantes en su investigación normalmente informaron tener sexo en la noche antes de dormir, lo cual no es del todo sorprendente. Sin embargo, también tiene que funcionar para ambas partes. «Este es otro punto de las negociaciones entre los cónyuges», dijo Muise. «Uno de ellos simplemente está demasiado exhausto. Eso podría ser algo con lo que puedes jugar, si hay un momento en el fin de semana cuando podrían probar».