Con la meta de garantizar un adecuado nivel de nutrición a niñas y niños en las escuelas y fomentar una cultura de alimentación que permita el desarrollo de su máximo potencial de aprendizaje, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ofrece acompañamiento técnico y fomenta el programa de alimentación saludable.
La semana pasada una misión de este organismo realizó una serie de encuentros en el país, con el objetivo de acompañar a la República Dominicana en la revisión y actualización del Programa de Alimentación Escolar, que se implementa a través del Instituto Nacional de Alimentación y Bienestar Estudiantil (INABIE).
El oficial regional de Nutrición de la FAO, Israel Ríos Castillo, en una entrevista concedida al Listín Diario acompañado del coordinador técnico del Proyecto Mesoamérica sin Hambre (Amexcid-FAO), Roberto González, manifestó que como institución que lucha para la erradicación del Hambre promueven la alimentación saludable.
Ríos Castillo refirió que existe una necesidad de actualizar la oferta de alimentos que se entrega en las escuelas con la inclusión de frutas, vegetales, hortalizas, lo que la FAO llama “Alimentación Saludable” y de igual manera, de integrar a los pequeños agricultores familiares de la localidad en el proceso de suplir los productos frescos que garantizan los nutrientes que requieren la infancia.
“Con esa intervención lo que se logra es acercar al productor con la escuela, se mejoran los alimentos que se distribuyen, como frutas, vegetales, hortalizas, legumbres, que actualmente están ausentes en los platos de la alimentación escolar”, expuso el funcionario.
Este acompañamiento que está ofreciendo la FAO incluye la habilitación de cocinas escolares, educación enfocada en la alimentación saludable a la población escolar, siembra de huertos y la mejora de las infraestructuras para lograr escuelas sostenibles.
Asimismo, Ríos Castillo destacó que este compromiso de la FAO para elevar la calidad de la alimentación escolar incluye una mejora de las infraestructuras, lo que implica dignificar los espacios donde se preparan los alimentos y donde se consumen.