El aguacate es el acompañamiento o ingrediente esencial de muchos platillos mexicanos. No importa la receta, todas requieren la parte blanda y verde de la fruta, lo demás se descarta. Desde 2015, sin embargo, ha surgido una serie de artículos y videos en internet que recomiendan consumir la semilla del aguacate por sus supuestas propiedades nutrimentales y antioxidantes. Éstos han despertado un debate sobre los verdaderos beneficios y riesgos de la práctica.
El ejemplo más notorio es un video de Nourish me whole, una página en Facebook de consejos alimenticios. En él, se muestra un paso a paso de cómo secar el exterior de la semilla, extraer la pulpa y pulverizarla para su consumo. El video fue publicado el 13 de marzo y en un poco más de un mes registra más de 27 millones de reproducciones y más de 460.000 compartidos.
En los más de 40.000 comentarios, algunos usuarios agradecen el consejo y otros incluso recomiendan métodos alternativos para secar la semilla, pero otros tantos desaprueban el consejo y cuestionan el valor informativo del video. Ante la controversia, su autora, la australiana Sophie Sonnenwirth, escribió en Facebookque ella no es nutrióloga, chef o bióloga y recomienda consultar a un médico antes de probar su receta. En la publicación incluye links a tres artículos en los que se basó para realizar el video.
Solo uno de ellos, que es la referencia de decenas de otros artículos, cita un estudio académico de 2013 sobre las propiedades nutrimentales de la semilla. Fue realizado por la Universidad de Pensylvania State. El artículo académico no está disponible públicamente, pero en su resumen advierte que aunque se han reportado efectos benéficos a la salud por el consumo de semillas de aguacate, los estudios de estos efectos aún son limitados.
“En algunos estudios se han encontrado propiedades anti-hongos o anti-plagas de las semillas, pero no se atreven a usarlos para cultivos porque contienen toxinas” explica a Verne vía telefónica Ana Lara Pulido, jefa del departamento de Nutrición y Servicio de alimentos del Hospital Médica Sur en la Ciudad de México. “Es lo mismo que pasa con los estudios de sus beneficios en humanos. Por eso no se puede recomendar”.
Vómitos, diarrea o fiebre son algunos de los síntomas que podrían surgir si se consume una semilla con toxinas como la del aguacate, agrega Lara. “La semilla debería pasar por un proceso industrial para eliminar sus toxinas y sea seguro consumirlo”, dice. “Algo similar sucedió con la stevia, sus productores tuvieron que eliminar las toxinas de la planta para poder ofrecerla al público como endulzante”.
La Comisión del Aguacate en California tampoco apoya el consumo de la semilla porque, argumenta en su web, “aún no hay pruebas suficientes para estimar sus beneficios”.
“No hay alimento mágico”
Tom Wu, médico de origen chino, es uno de los principales promotores del consumo de semillas de aguacate. Ha publicado varios libros sobre dietas que prometen contrarrestar los efectos del cáncer. La única versión en inglésdisponible en Amazon contiene recetas de licuados con supuestas propiedades curativas que contienen semilla de aguacate pulverizada. Sin embargo en el libro advierte que ninguna de sus dietas ha sido certificada por ninguna agencia gubernamental.
“Muchos de mis pacientes me han preguntado sobre las propiedades curativas de la semilla”, dice a Verne Mariana Villalobos, nutrióloga graduada del Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey. “Pero no aún no existen estudios que confirmen estas propiedad y que sea seguro ingerirla. Siempre les digo a mis pacientes que no hay alimento mágico y curativo, que lo mejor es una dieta balanceada”.
La parte del aguacate que Villalobos y Lara, de Médica Sur, sí recomiendan consumir es la parte blanda. Ésta puede ayudar a reducir el colesterol y ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, según un estudio publicado en 2014 por la American Heart Association. Pero Villalobos advierte: “Debe consumirse con moderación, ya que contiene grasas que aunque son buenas, en exceso pueden tener efectos secundarios como aumento de peso”. La Secretaría de Salud establece en su guía de alimentos que la porción ideal es un tercio de la fruta al día.