Probablemente este sea el más famoso experimento que nunca existió. La leyenda cuenta que Galileo Galilei dejó caer objetos de diferentes tamaños desde la torre inclinada de Pisa para demostrar que la gravedad acelera todos los objetos de igual manera independientemente del valor de sus masas o el material con el que estén hechos. Es decir, debían tocar el suelo exactamente al mismo tiempo. En realidad, eso no sucedió exactamente así, sino que el genio del siglo XVI hizo rodar unas bolas por una pendiente. Sea como fuera, los resultaros sentaron las bases del llamado Principio de Equivalencia, fundamental en la Física moderna y pilar de la teoría general de la relatividad desarrollada por Albert Einstein en 1915. (Quince pensamientos de Einstein que te harán reflexionar)
El principio de la universalidad de la caída libre también atrajo la atención deIsaac Newton, que utilizó largos péndulos para comprobarlo. Iba a comenzar el siglo XX cuando Loránd Eötvös empleó una balanza de torsión de su invención para demostrar con mayor precisión que dos objetos hechos de diferentes materiales experimentan el mismo tirón de la gravedad de la Tierra. Pruebas posteriores han mejorado aún más la precisión, pero no es posible hacer experimentos de laboratorio muchos más estrictos debido a la actividad sísmica y otras perturbaciones.
A no ser que salgamos de la Tierra…
Esa es la idea de científicos franceses, que intentarán reproducir el experimento en unas condiciones excepcionales: en el espacio, con una precisión cien veces mayor. El satélite MicroSCOPE (Drag-Compensated Microsatellite for the Observation of the Equivalence Principle) del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) fue lanzado el miércoles desde el puerto espacial europeo en Kourou, en la Guayana francesa, a bordo de una nave Soyuz. El satélite colocará dos pares de cilindros de diferentes materiales en caída libre alrededor de nuestro planeta. Cualquier diferencia en los resultados violaría el Principio de Equivalencia.
En el núcleo del satélite hay dos pares de cilindros anidados. En un par, los dos cilindros están hechos del mismo material, una aleación de platino de metales pesados y rodio. En el otro par, el cilindro interior es de nuevo de platino-rodio, mientras que el exterior es una aleación de metales ligeros: titanio, aluminio y vanadio.
MicroSCOPE estará en órbita alrededor de la Tierra. A medida que orbitan la Tierra en el interior del satélite, las posiciones relativas de los cilindros serán medidas por sensores electrostáticos. De acuerdo con el Principio de Equivalencia, los cuatro cilindros deben sentir la misma fuerza, el mismo tirón de nuestro planeta, independientemente de la densidad de los metales, y por lo tanto deben moverse a lo largo de la misma órbita.
Si, sin embargo, el experimento mide pequeñas diferencias en la forma en que los dos pares de cilindros se mueven, esto podría apuntar a una ruptura del principio y la necesidad de revisar nuestra actual teoría de la gravedad. Una vez más, Einstein será puesto a prueba.