Una persona que le dé un contrapeso a Hillary Clinton, pero no la opaque. Alguien que sea capaz de levantar su mano junto a la de ella y funcione a los ojos del público. Sobre todo una persona que responda a los próximos objetivos de la carrera presidencial demócrata.
Escoger a un compañero de fórmula es una parte importante en la próxima batalla. Y el círculo cercano a Clinton ya ha comenzado la búsqueda para el segundo al mando, desatando la especulación popular.
La campaña de la ex secretaria de estado ya cambió el tono y la estrategia y ha pasado desde enfocarse en las primarias contra Bernie Sanders, hacia la meta de la elección general, donde podría enfrentarse al republicano Donald Trump.
Pero la decisión del próximo candidato a vicepresidente se da en un contexto político complicado, donde Clinton necesita afianzar al apoyo en ciertos grupos de votantes, asegurar el apoyo en áreas clave y renovar su imagen.
“Su candidato a vice presidente debe ayudarla a ganar y ahí entran varios factores en juego. Alguien que unifique al partido, que traiga el respaldo de ciertos votantes, que gane el apoyo en ciertos estados. Todo está relacionado”, aseguró el consultor demócrata José Parra, fundador de Próspero Latino.
Tras los votos esquivos
En una reciente entrevista Joel Benenson uno de los asesores principales de Clinton dejó a un lado la batalla con Sanders y se concentró en el siguiente paso: ¿Cómo derrotar a Trump?
“El desafío con un candidato como Donald Trump es que no es un candidato convencional y no lidera una campaña convencional y no responde a las preguntas de una manera convencional”, aseguró.
Actualmente la ex secretaria de estado tiene un problema evidente con los votos de hombres blancos, entre los que el magnate republicano tiene buena llegada.
Las encuestas realizadas luego de las primarias en la mayoría de los estados, muestran que este grupo es el más reacio a entregarle su apoyo.
Por ejemplo, en Ohio, un estado importante para noviembre, sólo un 42% de los hombres la apoyó, según la encuesta realizada por CNN luego de la primaria. Un descenso de 16 puntos en comparación al respaldo que logró en 2008.
“Clinton tiene un problema con el hombre blanco de clase obrera, esa es su debilidad más obvia”, explicó Parra.
Otro grupo esquivo son los jóvenes. En el mismo estudio efectuado en Ohio, sólo un 15% de las personas entre 18 y 24 años respaldaron a Clinton, en comparación con 85% para Bernie Sanders. Un comportamiento que se repite en varios estados.
“Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo para tratar de ganar el apoyo de quienes ahora se inclinan más por el senador Sanders”, comentó el secretario de prensa de Clinton Brian Fallon.
Los seguidores de Sanders tienen la ilusión de poner al senador de Vermont como segundo al mando, pero en círculos demócratas esa fórmula parece descartada.
La animosidad entre Clinton y Sanders luego de una larga y dura campaña, es un obstáculo imposible de superar.