A las “2Fly Ygz” y “Big Money Bosses” les tenían pánico en El Bronx desde hace años, cuando ambas bandas delictivas se implantaron en cotos territoriales para imponer su ley y controlar la venta de drogas. La madrugada de este miércoles, la policía de Nueva York asestó un duro golpe contra estas pandillas rivales al arrestar en una megaoperación a 88 de sus miembros, algunos de ellos acusados de asesinato, narcotráfico y venta ilegal de armas de fuego.
La súper redada comenzó a las 2:30 de la mañana del miércoles cuando cientos de oficiales irrumpieron en diez edificios del complejo de viviendas públicas Eastchester Gardens, en Williamsbridge, y en el complejoEdenwald Houses, para ejecutar 120 órdenes de arresto.
Catalogada como la redada más grande de la historia de Nueva York, la operación implicó a casi 700 miembros del Departamento de Policía de Nueva York y agentes federales, con el respaldo de helicópteros y camiones blindados.
El último gran operativo de este tipo tuvo lugar el pasado 11 de marzo cuando se produjo el arresto de 84 pandilleros de las bandas Eden Boys, Miami Ave., UGZ y RGZ, contra quienes se formularon 386 cargos por narcotráfico y venta ilegal de armas de fuego.
Pero la de este miércoles, a pesar de que faltaron por detener 32 personas del total previsto, tuvo otra dimensión a juzgar por el fiscal federal Preet Bharara, quien destacó en rueda de prensa que el objetivo es «que los neoyorquinos, incluyendo los que viven en residencias públicas, puedan vivir como se merecen: libres de drogas, de armas y de la violencia de pandillas».
El fiscal dijo que los arrestos ponen fin a una investigación de 16 meses, que comenzó cuando los fiscales y la policía decidieron atender el incremento de violencia en el Bronx, alrededor del desarrollo habitacional Eastchester Gardens, hogar de más de 2,000 personas.
Bharara aseguró que ambas pandillas “han aterrorizado el norte del Bronx durante años, cometiendo incontables actos de violencias tanto contra miembros del grupo rival como contra inocentes”.
Los vecinos del norte de El Bronx han sido testigos de sus frecuentes tiroteos, golpizas, amenazas a comercios, riñas callejeras y menudeo de drogas a la luz del día.
Enfrentadas desde 2007, las bandas comerciaban con drogas «cerca de casas y escuelas», aseguró en la misma conferencia de prensa el jefe de la Policía de Nueva York, William Bratton.
Bharara agregó que ambas pandillas utilizaban redes sociales para promover, proteger e incrementar su organización, presumiendo sus fechorías en videos en YouTube.
Los 120 cargos contra los pandilleros señalan su participación en el crimen organizado. Otros delitos de los que se les acusa incluyen conspiración, robo, fraude con tarjetas de crédito, posesión ilegal de armas de fuego y venta de marihuana, crack y Oxycodona en zonas escolares.
Al menos 60 de los detenidos enfrentan cargos por siete asesinatos en la zona, incluído el de Sadie Mitchell, una mujer de 92 años e inocente, a la cual una bala disparada por estos sujetos le arrebató la vida en la sala de su casa. También se les imputan las muertes de dos adolescentes, de 15 y 17 años.
El fiscal federal agregó que su oficina investiga si la Autoridad Habitacional de la Ciudad de Nueva York provee residencias que sean «decentes, seguras, higiénicas y en buen estado», lo que es requerido por el Departamento Federal de Vivienda y Desarrollo Urbano.
Afirmó que si los complejos pueden brindar iluminación adecuada, elevadores en funcionamiento, pasillos libres de basura y apartamentos libres de plomo y hongos, es la diferencia entre «que impere la ley o se enraíce el caos de las pandillas».