Septiembre ha sido declarado como el mes internacional para realizar cada año acciones de concientización sobre el cáncer en niños, niñas y adolescentes, por esto es importante socializar y compartir conocimiento sobre la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno en cada caso.
El cáncer infantil representa una de las principales causas de muerte a nivel global desde el nacimiento hasta la adolescencia, el cual es superado escasamente por los accidentes.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), aproximadamente 29,000 niños son diagnosticados con cáncer cada año. Hasta el momento no existe evidencia que lo relacione con alguna preferencia de sexo ni edad.
El cáncer es una patología poco usual en la niñez, representando aproximadamente un 3.5% en comparación a los adultos. Según la literatura, uno de cada tres adultos desarrollará algún tipo de cáncer en su vida, mientras que tan solo 1 de 285 menores de 19 años presentará dicho diagnóstico en los niños.
El cáncer en la infancia no se conoce su origen específico, sin embargo, estos responden mejor a los tratamientos, por lo que en este grupo etario es altamente curable.
Epidemiología
La incidencia a nivel global puede variar. Se calcula que cada año alrededor de 400,000 niños y adolescentes padecen de cáncer.
Un estimado de 8 de cada 10 niños diagnosticados viven en países en vía de desarrollo, donde la tasa de curación se calcula cerca de un 20%, destacando que las tasas de curación en los países en desarrollo superan un 80%.
En República Dominicana no existe un registro estadístico de cáncer pero, según las estadísticas internacionales adaptadas a nuestra realidad local, deberían ser detectados aproximadamente 403 nuevos casos al año de cáncer en niños y adolescentes; sin embargo, sólo se está detectando alrededor de 2/3 partes de los mismos, motivo por el cual se debe continuar la lucha para alcanzar a diagnosticar oportunamente a más niños.
Signos y síntomas
El cáncer en los niños, niñas y adolescentes generalmente se manifiesta de forma inespecífica, pudiendo ser similar a otros procesos frecuentes y benignos.
Estas características dificultan el diagnóstico de cáncer en el médico de primer contacto. Sin embargo, una sospecha precoz, junto con la rápida derivación a un centro especializado, pueden tener consecuencias a nivel pronóstico y terapéutico.
Una adecuada historia clínica y correcta anamnesis podría dar hasta un 85% del diagnóstico a la hora de ser evaluado, por eso es importante identificar correctamente aquellos hallazgos encontrados que nos ponen en alerta ante la sospecha de algún tipo de cáncer. Dentro de los signos de alarma más importantes podemos encontrar los siguientes
Fatiga, palidez y anemia súbita: Son síntomas comunes en los procesos linfoproliferativos y mieloproliferativos que afectan la médula ósea de los niños, como son las leucemias.
Cefalea y vómitos: Con estas manifestaciones podemos pensar en Tumores del SNC. El síntoma más frecuente es la cefalea, que al principio es generalizada e intermitente y con el tiempo aumenta en intensidad y frecuencia. La cefalea se acompaña generalmente de síntomas asociados como náusea, vómito, alteraciones visuales o auditivas.
Fiebre sin causa aparente, moretones, sangrados de nariz o encías: Pudiéramos pensar en leucemias, entre cuyos signos más frecuentes podemos encontrar fiebre de origen desconocido, palidez, petequias, equimosis, manifestaciones de sangrado.
Masa en abdomen: Podemos pensar tanto en linfomas abdominales,neuroblastomas o tumores renales. La manifestación clínica típica es la palpación de una masa abdominal asintomática o no, que pueden detectar los padres, tutores o el médico en un examen rutinario o de forma casual.
Pueden ser de rápido crecimiento y acompañarse de dolor, hematuria e hipertensión. Otros signos menos frecuentes incluyen anemia y constipación.
Mancha blanca en el ojo (opacidad pupilar): El retinoblastoma es el tumor de ojo más común en la niñez, cuyo principal signo de presentación es la leucocoria en uno o ambos ojos, pudiéndose acompañar de estrabismo, hifema, anisocoria, heterocromía, hipopión, lagrimeo, cataratas y nistagmo.
Dolor óseo persistente: Osteosarcoma y sarcoma de Ewing, cuya principal manifestación clínica es el dolor y el aumento de volumen de la zona afectada.
A medida que avanza la enfermedad aparece limitación funcional, se pueden presentar fracturas patológicas, cojera dolorosa y el aumento de volumen de la zona afectada sin antecedente de trauma.
Crecimiento tumoral: Podemos encontrarlo como uno de los principales síntomas en los linfomas intra-torácicos y abdominales, tumor de Wilms, osteosarcoma, Sarcoma de Ewing, tumores intracraneales, entre otros.
Adenopatías Esta la vemos con frecuencia en los linfomas en general, ya que estos afectan principalmente el sistema linfático, teniendo como principal manifestación clínica la linfadenopatía cervical o supraclavicular asintomática y de aumento progresivo.
Pérdida de peso, cansancio, sudoración profusa: Son sugestivos de linfomas. Los síntomas que esta patología presenta son inespecíficos y dependiendo su localización por efecto de masa estos pueden variar.
Importancia
Un diagnóstico oportuno y precoz es de suma importancia en el aumento de la tasa de sobrevida de estos pacientes. Cuando la patología es detectada en una fase inicial, existe más probabilidad de que responda correctamente al tratamiento, de igual forma disminuyendo el sufrimiento del paciente y aumentando la calidad de vida.
En el cáncer infantil se presentan una serie de signos y síntomas, los cuales mencionamos anteriormente, que pueden ser identificados por los profesionales de salud que poseen una correcta formación, así como por los mismos familiares y personas de la comunidad que están alrededor del niño.
Algunos países han implementado programas basados en el diagnóstico precoz y oportuno, los cuales poseen la colaboración de asociaciones de padres, el gobierno con la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales.
Más frecuentes
Las neoplasias más frecuentes desde el nacimiento hasta los 14 años son:
• Leucemias (28%)
• Tumores del sistema nervioso central (SNC) (26%).
• Linfomas (12%)
• La tumoraciones sólidas, en orden de frecuencia están losNeuroblastomas (6%), tumor de Wilms (5%), Rabdomiosarcomas (3%), Tumores Óseos (3%) y Retinoblastomas (2%). Mientras que entre los 15 y 19 años el orden varía: tumores óseos (24%), linfomas (21%) y tumores del SNC (15%).
Dra. Wendy Gómez
Onco-hematóloga pediatra & paliativista
Fuente-elNacional.