Quizás el nombre de Oriol Mitja, un joven médico nacido en Arenys de Munt (Barcelona), no sea aún muy conocido en España, pero se ha convertido en una auténtica celebridad a más de 14.500 kilómetros de distancia de su casa, en Papúa Nueva Guinea, un estado soberano de Oceanía situado al norte de Australia.
Sus logros no son desdeñables, gracias a sus investigaciones, la humanidad está a punto de erradicar el pian, una bacteria que ataca a la piel y a los huesos y los deforma, especialmente en las regiones más pobres del planeta, en aquellas en las que el jabón, la higiene y los cuidados no suelen llegar.
En el año 2010, cuando solo contaba con 29 años, Mitja aterrizó en la isla de Lihir para realizar una suplencia de un mes, que se terminó convirtiendo en años. Allí se encontró enfermedades que ya se habían olvidado en el mundo desarrollado, pero que en Papúa persistían por el escaso nivel de desarrollo.
Una de ellas era el pian, que afecta a unas 500.000 personas en el planeta y se da en 13 países africanos, el sudeste asiático y el Pacífico Occidental, siendo en muchos de estos lugares endémica.
Desde ese momento el médico español decidió buscar una estrategia para tratar a la población afectada y hace ya dos años la OMS le dio su bendición. Una única pastilla de azitromizina, un antibiótico usado en Europa para la bronquitis y la otitis que apenas cuesta 0,50 céntimos, se mostró como un remedio eficaz.
Así actúa el pian.
En 2012 Mitja publicó los primeros resultados de una investigación con 250 niños: solo 6 meses después de tomar la pastilla, el 96% de los pequeños estaban completamente curados. Él mismo había financiado el precio de los medicamentos, ya que nadie le apoyó en su investigación.
Más suerte tuvo al presentar el estudio clínico; Newcrest, una minera que obtiene beneficios millonarios explotando el oro en Papúa, fue la única organización que decidió ayudar a Oriol poniendo 25.000 euros.
Previamente el Ministerio de Economía español, el Gobierno de Australia o la Comisión Europea le habían dado la espalda. Su idea era hacer una campaña masiva en la islapara investigar si de esta manera era posible erradicar la enfermedad y encontrar un remedio aplicable a todos los países que sufren el pian.
Y el plan está obteniendo resultados “espectaculares”, según la OMS que ya se ha apresurado a lanzar una campaña que pretende eliminar el pian del mundo entero en el año 2020, en la que sería la segunda enfermedad erradicada por el ser humano tras la viruela. Un objetivo ambicioso que se topa con el problema de siempre: la financiación.
Y es que llevar adelante la idea costará 300 millones de euros, una cantidad prohibitiva en países como Costa de Marfil o Timor Oriental, regiones del planeta que sufren una pobreza crónica.
Por su parte la farmacéutica Pfizer ha rechazado hacer una donación de azitromizina, aunque ha dado 500 millones de tratamientos en una campaña contra el tracoma, otra bacteria que causa graves problemas en la salud.
Toda la historia de Oriol se estrena ahora en un documental llamado Donde acaban los caminos, que acaba de ser presentado en Barcelona.
Javier Taeño (@javiertaeno)
